Comunicación y entorno digital
Por Guillermo Mejía
La necesidad de reformular nuevos modelos de comunicación en la sociedad posmoderna, donde las nuevas tecnologías de la información y la comunicación (TIC) imprimen su huella en los diversos órdenes de la vida cotidiana, resulta elemental para explicar y comprender los cambios generados en la comunicación de masas y las experiencias de los sujetos sociales.
“Dicha revisión supone plantear una epistemología comunicacional que ayude a reubicar el papel de los polos del proceso de comunicación y que sustentada en ‘el otro’ más que en el ‘yo’, otorgue el papel de sujeto dialogante, pensante y participante al receptor, a modo de recuperar la naturaleza humana y dialógica de la comunicación”, afirma la profesora venezolana Migdalia Pineda.
La investigadora de la Universidad del Zulia, Maracaibo, Venezuela, señala la importancia de reflexionar desde un pensamiento holístico que sea capaz de establecer interconexiones entre teorías y pensamientos diversos, para conocer las experiencias de convivencia de medios, de emisores y las modalidades de comunicación e información en el entorno digital.
“Así como no hay experiencias únicas a través de las redes digitales sino que hay una diversidad y multiplicidad de contactos, relaciones e interconexiones, asimismo no puede haber un modelo único y exclusivo, pero tampoco teorías cerradas, que sean capaces de dar cuenta de todas las realidades y modalidades de comunicación e información que son factibles hoy en día”, asegura.
De esa forma, la profesora venezolana propone una serie de pistas teóricas para reformular un nuevo modelo de comunicación que tome en cuenta las diversas experiencias de comunicación e información que hace posible Internet y que abarcan, entre otras, viejos medios y nuevos medios de comunicación en red, mensajes de correo electrónico, foros y redes sociales.
Ese nuevo modelo de comunicación múltiple y diversificado ya no puede ser de comunicación de masas y unilateral sino que combina “rasgos de comunicación interpersonal, pero mediada a través de tecnologías digitales”; es decir, en un nuevo panorama tecnológico, con diversas formas de intercambio y sin una fuerte influencia unilateral de uno de los polos del proceso comunicativo.
De acuerdo con la profesora Migdalia Pineda, la nueva experiencia interactiva hace que los elementos del modelo de comunicación adquieran otras características:
-Unos emisores múltiples y simultáneos, con capacidad de emitir y recibir mensajes, informaciones y con potencialidades de EMR (Emisor-Medio-Receptor). Más personalizados que institucionalizados, con una mayor autonomía tanto en la emisión como en la recepción, y con una multiplicidad de interacciones empáticas y alto uso por parte de los jóvenes, quienes introducen una ruptura con los usos tradicionales de Internet al mostrarse más activos en el consumo y producción.
-Unos mensajes diversos, instantáneos, bidireccionales y más personalizados que generan contenidos en muchas direcciones (diálogos sincrónicos, asincrónicos, virtuales) y que pueden ser de distinta naturaleza: informaciones, diálogos comunicacionales, saberes y conocimiento compartidos, elaborados de forma hipertextual y multimedia. Los cuales podrán ser consumidos indiferentemente en el hogar, en el trabajo o en sitios de desplazamiento público.
-Unos medios con soportes tecnológicos diferentes (digitales, telemático, interactivos) y que articulan el hardware con el software, que exigen otras destrezas operativas para su funcionamiento y que se incorporan al mensaje de una forma más sutil e intuitiva. Medios que se interconectan entre ellos en una red virtual (la web), donde se integran imágenes, voz, texto en un espacio global, y que cada vez ganan más en ubicuidad al no estar sujetos a cableados fijos y depender más de tecnologías móviles como los teléfonos inteligentes, las computadoras portátiles y las memorias flash.
-Unos receptores-usuarios/ emisores diversos, múltiples que pueden ser conocidos o no entre ellos y con el emisor, más inclusivos y empáticos por una relación de cercanía sicológica, que experimentan diferentes opciones de recepción: de uno a muchos, de muchos a muchos y de muchos a uno. Pero cuyas prácticas de consumo suelen ser más individualizadas y privatizadas.
-Unos efectos variados y multilaterales, no unidireccionales, de influencia recíproca y compartida, bastante vinculados con experiencias relacionales y de cooperación y de comunicación y no sólo informacionales.
-Y un contexto doble, por una parte, de carácter personal, situacional, física y socialmente hablando, y por la otra, el de la red, virtual, a distancia, globalizado.
“Las tecnologías han dejado de ser meros instrumentos para convertirse en estructuras que permitan unas otras sensibilidades, escrituras y lecturas de lo real”, estima la profesora Migdalia Pineda. A la larga, los sujetos sociales adquieren otro marco de valores estéticos, concepciones mentales, imaginarios sociales y simbólicos más alejados de lo físico y, por ende, virtuales.
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