lunes, junio 02, 2008

El cuarto aniversario del gobierno de Tony Saca

Por Guillermo Mejía

En medio de una situación interna crítica, a partir de no contar con mínimos entendimientos políticos entre las diversas fuerzas en contienda, y una situación externa muy convulsionada por el alza del crudo, el gobierno salvadoreño cumplió su cuarto año de administración.

El presidente Elías Antonio Saca, en su discurso del uno de junio, dio a conocer medidas que tampoco lograrán paliar el problema de la carestía, como por ejemplo el incremento del salario en 50 dólares, a los empleados públicos. Los privados no aparecen en la lista.

La continuación de algunos subsidios es un hecho desde hace tiempo atrás, con la seguridad de que es un año electoral de cara a los comicios generales de 2009 donde por primera vez se considera que la oposición de izquierda tiene allanado el camino hacia la presidencia.

Como hemos reflexionado con anterioridad, lo más preocupante del panorama es que –independientemente de quien se siente en la silla- el problema es que llegaremos de nuevo sin puntos de encuentro. Eso podría equivaler a que si la izquierda logra el Ejecutivo desde ya tenemos que pensar cual sería el comportamiento del gran empresariado y la derecha política. Si por carambolas siguiera Alianza Republicana Nacionalista (Arena), pues sería el continuismo en toda su expresión.

Mientras, la población continuará sin pena ni gloria en espera de que algún milagro suceda. De igual manera, tendrá que rebuscarse a como de lugar desde un trabajito miserable o siempre con la vista puesta en la emigración hacia el Norte, donde ya no nos soportan a los latinos.

La clase política nacional sigue y seguirá con su práctica cotidiana sin el menor respeto por la ciudadanía, esta última, a la vez, continúa y continuará sin aparecer en escena a partir de no hacer valer sus derechos legítimos y aún depender de las promesas de los políticos.

En ese contexto, aún carecemos también de una robustez periodística que nos asegure el libre intercambio de información y opinión, máxime en un periodo electoral –tan especial como siempre- donde los medios de comunicación tradicionales se prestan a la campaña sucia.

Si no veamos la forma vergonzante y morbosa que le han dado a un hecho político, que todavía no podemos asegurar como cierto si somos responsables: las computadoras de Raúl Reyes y la salpicada que le han propinado, para el caso, a gente del Fmln.

Que el periodismo nacional ha cambiado, como es el estribillo de muchos periodistas extranjeros que gobiernan radios, televisoras y periódicos, queda en tela de juicio, porque lo novedoso en la industria periodística es la tecnología. Por lo demás continuamos en guerra.

¿Qué novedades, entonces, esperamos para el último año de gobierno de Elías Antonio Saca? Tal vez mayor crisis socio-económica, la lucha intestina de corte ideológico y, por lo tanto, carente de propuestas serias y la cerrazón mental de la gran prensa nacional.