martes, junio 28, 2011

El poder ausente

Por Guillermo Mejía

Conforme se profundiza la crisis política en el país, a raíz de la aprobación del decreto 743, es notable la ausencia de un poder que en toda sociedad debe ser central: el de la ciudadanía consecuente, crítica y rectora de su destino, como eje del ejercicio de la institucionalidad que sigue secuestrada por la partidocracia.

Aún hace falta recorrer camino en la sociedad salvadoreña, para que de forma solidaria y con visión política se haga sentir la indignación popular. Es obvio que desde posturas conservadoras nunca se posibilitará este tipo de acción política, pero resulta más que decepcionante el comportamiento de la izquierda que ha sacado la peor parte de la crisis.

El partido Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN), tomando en cuenta las declaraciones de sus dirigentes, se ha enredado en una postura que desdice de lo que supuestamente debe ser su credo político, el derecho de los ciudadanos para hacerse valer y sentir en las cuestiones relacionadas con la cosa pública.

Por eso es lamentable ese poder ausente, aunque es comprensible ante la falta de democracia que nos ha acompañado en el devenir histórico como producto de un ejercicio de poder despótico. Como lamentable resulta también la oportunidad perdida en el marco de la firma de la paz, en 1992, ocasión que bien pudo ser aprovechada para enrumbar al país.

El hecho de que haya llegado el Presidente Mauricio Funes, con el partido FMLN, resultó para mucha gente una esperanza que por una serie de razones, de todos conocidas, se ha ido desfigurando al grado que existe decepción, máxime con la sanción del mandatario al nefasto y antidemocrático decreto 743.

Nos hace falta mucha cultura política, nos hace falta mucha educación cívica en la sociedad. Tanto así que es palpable el desentendimiento ciudadano por los temas que debería de importarle, anomalía que se profundiza a partir de la oferta, sujeta a la espectacularidad y el sensacionalismo, que impera en los medios de comunicación.

La condición posmoderna que vivimos a nuestra manera, también es otra de las limitantes que notamos para ese empoderamiento ciudadano. Con individuos privatizados, individualizados, insolidarios y hedonistas, nos dirigimos cuesta arriba hacia la construcción de otra sociedad que sea participativa, democrática, donde se establezca la justicia y la verdad.

Vamos a ver hasta dónde aguanta la pita. Qué bueno que diéramos un salto con ese necesario despertar de la ciudadanía que nos condujera a esa otra manera de vivenciar la política y que contáramos desde nuestra profesión periodística con instrumentos que posibilitaran el encuentro de los salvadoreños a partir del diálogo social.

Por cierto, como el 28 de junio se cumplieron dos años del fatídico golpe de Estado que depuso al Presidente Manuel Zelaya Rosales, en Honduras, es preciso remembrar las jornadas populares y cívicas que sirvieron para denunciar y condenar la maniobra golpista que pretendió socavar la propuesta en dirección a conquistar espacios de democracia participativa.

No importaron los atentados y asesinatos contra los miembros de la resistencia contra el golpe, tampoco la forma en que se comportó, y se comporta, el coro mediático hondureño ante la urgencia de construir una nueva Honduras donde instaure una sociedad de nuevo tipo que también se necesita en El Salvador.

Ojala despierte ese poder ausente.










martes, junio 21, 2011

Los medios públicos como herramientas para la construcción de ciudadanía

Por Guillermo Mejía

El anuncio oficial de que han iniciado el proceso, para la creación de un sistema de medios públicos, con Canal 10, Radio Nacional y una agencia de noticias, ha sacado a luz ciertos pruritos añejos en el ambiente periodístico donde, en especial, editores de El Diario de Hoy han advertido que existe el riesgo de caer en la tentación de copiar el modelo cubano.

Así de extremo. El punto a valorar, entonces, es la comprensión que tienen en el sistema estatal de medios y desde dónde se hacen las críticas de los editores en mención. El Secretario de Comunicaciones, David Rivas, recién acaba de celebrar un foro de medios públicos, democracia y ciudadanía, con su equipo de trabajo y un grupo de disertantes extranjeros.

En ese encuentro, los expositores trajeron a cuenta la forma en que se está trabajando la idea de medios públicos de cara a los derechos y deberes de la ciudadanía en los inicios del presente siglo, sobre todo a partir de la consideración de la información como derecho y no como poder, y la urgente necesidad de promover la participación ciudadana.

El colega Ricardo Chacón, editor jefe de El Diario de Hoy, criticó en su columna semanal la serie de spots donde aparece el Presidente Mauricio Funes, que titula “caminantes”, que busca generar opinión favorable para el mandatario en una tarea comunicativa que va más allá de la información y pasa a la publicidad y la propaganda.

“Afirman que se quiere fomentar medios públicos, despartidizados, que no sirvan a los intereses particulares del gobierno, sin embargo lo único que ofrecen es la visión creada por el gabinete ‘estratégico de comunicación’, de casa presidencial, que no refleja el contenido de las diferentes voces de la sociedad actual. Basta ver lo que se hace ahora en el Canal 10 y Radio Nacional para visualizar lo que se pretende hacer”, advierte Chacón.

“El extremo de estas visiones, el de la información gubernamental centralizada, es el caso de Cuba, con su agencia de prensa y, por supuesto, con los medios de difusión del partido y de los gremios que sólo dan a conocer lo que a la cúpula comunista interesa. En nuestro medio ya están operando algunos especialistas de este tipo. ¡Ojo! ¡Cuidado!”, agrega.

Por su parte, el periodista Eduardo Torres, director editorial de El Diario de Hoy, centra la atención en el anuncio de la creación de la agencia: “Lo primero que cabe preguntarle al gobierno es, ¿para qué una ‘agencia’ de noticias? ¿No le es suficiente la pauta publicitaria gubernamental, la afinidad que se tiene con algunos miembros de los medios y la cobertura noticiosa que se le da a las actividades que realizan? ¿Será una agencia de noticias tipo Notimex o intentará ser bajo el modelo de la soviética TASS, desaparecida tras el colapso del ‘socialismo real’? Bueno, más cerca que TASS y aún viva, está Prensa Latina”.

El colega Torres advierte en su columna semanal: “Si el prisma es para el caso de que llegue un pura sangre en el 2014, lo de la agencia de noticias sería caricatura porque lo que se pretendería montar sería una vertiente de la desaparecida TASS o de Prensa Latina, es decir, una estructura de propaganda e ideología política, centralizadora y controladora, muy a lo chavista”.

Como se palpa, el escozor es evidente en el medio periodístico. El gabinete de comunicaciones del gobierno se entiende que tiene delineado su proyecto y con el montaje del foro sobre medios públicos, democracia y ciudadanía aclararon los términos en cuanto a la manera en que se está concibiendo el traslado de lo estatal a lo público en la comunicación.

Para abonar al debate, creo oportuno establecer algunos criterios para dejar constancia sobre esa forma de concebir ese tránsito hacia lo público.

En primer lugar, el especialista Marc Raboy recuerda tres acontecimientos que han configurado una nueva realidad de los medios de comunicación: “a. La explosión en capacidad de canales y la desaparición de las fronteras audiovisuales hechas realidad por las nuevas tecnologías; b. La desintegración del modelo estatal de radiotelevisión de servicio público, ocurrido tras el colapso del bloque socialista y la tendencia hacia la democratización en varios puntos del planeta; c. El rápido crecimiento en el mercado de los medios de comunicación y la aparición de sistemas mixtos en aquellos países donde existían monopolios estatales”.

En segundo lugar, La UNESCO ha definido con claridad el significado de la Radiotelevisión de Servicio Público (RSP), que conocemos como medios públicos, a partir de su rol en la sociedad: “Es la organización de difusión pública; se dirige a todos como a un ciudadano. Los difusores públicos estimulan el acceso y la participación en la vida pública”. A la vez, “la difusión pública se define como un punto de encuentro donde todos los ciudadanos son bienvenidos y considerados en un plano de igualdad. Constituye un herramienta de información y educación, accesible y dirigida a todos sin excepción, sin importar su condición social o económica”.

En tercer lugar, la ciudadanía tiene el derecho de verificar si los medios públicos están cumpliendo con su función social a partir de los siguientes factores: 1. Universalidad: La difusión pública debe estar al alcance de todos los ciudadanos a través de todo el país. 2. Diversidad: Los servicios ofrecidos por la difusión pública deberían diversificarse en al menos tres direcciones: los géneros de programas ofrecidos; las audiencias determinadas; y los temas discutidos. 3. Independencia: La difusión pública es un foro donde las ideas deben expresarse libremente, donde puedan circular la información, opiniones y críticas. 4. Diferenciación: El servicio ofrecido por la difusión pública debe distinguirse del que entregan otros servicios de difusión.

Pasar a medios públicos es un proceso intensivo, lleno de creatividad y compromiso social, es un proceso de largo plazo donde se pone en situación qué estamos entendiendo sobre información y comunicación en la sociedad contemporánea, y la necesaria asunción de responsabilidades de cara a la construcción de ciudadanía. La idea es oportuna, la gente tiene ese derecho. No se vale que pretendamos asustar con “el petate del muerto”.










lunes, junio 13, 2011

Las reflexiones de un líder pandillero sobre el reclutamiento militar

Por Guillermo Mejía

La propuesta de reclutar a unos 5.000 jóvenes, en edades entre 16 y 18 años, para evitar que se enrolen en las conocidas “maras” la vendió el presidente Mauricio Funes como una alternativa frente a la violencia social, pero los pandilleros la consideran como un error garrafal que podría alimentar sus filas y el crimen organizado.

Uno de los líderes de la Mara Salvatrucha (MS), conocido como “El Blue”, comentó a periodistas que “yo pienso que la idea del gobierno, de reclutar bichos, le va a traer un beneficio a la pandilla, porque los bichos, cuando retornen al barrio de donde son, donde viven en champas, van a ser más disciplinados, más obedientes, con un carácter más sólido y más decididos”.

Según el anuncio del mandatario, en el segundo aniversario de su gestión, los jóvenes que serán reclutados servirán en defensa civil y recibirán entrenamiento por seis meses, aunque no con armas. Se pretende que esa formación sirva para disciplinarlos, prepararlos para situaciones de riesgo y desastre, y quitarles futuros miembros a las “maras”.

Pero “El Blue”, que habló desde su dominio en la zona marginal Las Victorias, en San Salvador, aseguró que “los otros grandes que también andan en lo ilícito, como los narcotraficantes, Los Zetas, van a pensar en empezar a reclutar a estos bichos, así que la idea del reclutamiento pueda que esté bien, pero si no le dan seguimiento entonces todo es una mentira”.

Menudo problema. Una de las situaciones críticas que vuelven inviable a la sociedad salvadoreña precisamente es la inseguridad, potenciada por la impunidad reinante, la infiltración del crimen organizado y el narcotráfico en las esferas del Estado, que en cifras significa el asesinato de al menos 12 personas cada día.

El líder pandillero estimó que los jóvenes recibirán entrenamiento gratis y “lo único que tenemos que hacer nosotros es ‘escueliarlos’ bien, para que no se olviden de donde son”. Y, si bien las autoridades dicen que no recibirán armas, “les van a dar una disciplina militar con habilidades, esa oportunidad pues nosotros la vamos a aprovechar”.

“El Blue” explicó que a los jóvenes de su barrio les dirán: “Aquí van a venir los soldados y se los van a llevar obligadamente (…) les vamos a decir que no se ahueven, que mejor se vayan conscientemente, porque van a ir a aprender cosas que luego les van a servir”. Al final, resulta una mentira que luego los seguirán atendiendo, “porque el sistema no valora el trabajo de la gente”.

“Estos, del gobierno, mejor que lean El Poema Pedagógico, de Antón Makárenko, para que aprendan cómo sacar al lumpen de la miseria… si el sistema quisiera ayudar de verdad se deberían meter en los barrios para hablar con las directivas de las comunidades para preguntarles cómo pueden ayudar a los jóvenes”, agregó el jefe de la MS.

Antón Makárenko, pedagogo ruso (1888-1939), fue un especialista en el trabajo educativo con niños y jóvenes. Dirigió una colonia de huérfanos de guerra, llamada Gorki, experiencia que sirvió para que escribiera El Poema Pedagógico, obra de renombre que ha servido de fuente de consulta obligada para los educadores.

El líder pandillero desacreditó la idea de que con el entrenamiento los jóvenes serán arrebatados de la influencia de las “maras”, porque retornarán a sus comunidades donde “van a querer ayudar a sus familias, y para ayudar a sus familias van a necesitar dinero” y, ante la ausencia de planes del gobierno, “se van a incorporar a la pandilla para llevarle el sustento a la familia”.

“El Blue” estimó que con esa propuesta el gobierno estará propiciando una sociedad fascista, porque “van a generar una milicia en las comunidades. Imagínese que algunos de estos jóvenes salgan de los cuarteles con una mentalidad de combatirnos a nosotros, pero (saldrán) otros que se nos incorporen, entonces lo que vamos a tener son guerras en las comunidades”.

Jeannette Aguilar, directora del Instituto Universitario de Opinión Pública (IUDOP) de la UCA, dijo sobre el reclutamiento que “es una medida que no ha sido discutida en el Gabinete de Seguridad, es una medida que se la han sacado de manera improvisada, justamente para dar la idea de que se está avanzando en iniciativas novedosas y creativas en materia de seguridad”.

Aclaró la académica que en el gobierno desconocen la dinámica actual de las pandillas, porque en estos momentos “los jóvenes que están en riesgo de ingresar a las pandillas, ya no son jóvenes de 16 a 18 años. En la última década, la edad de ingreso a las pandillas ha venido bajando (…) al grado que ahora el ingreso se da en edades de 8, 9, 10 años”.

A ese desconocimiento se agrega, de acuerdo con Aguilar, el hecho de que son jóvenes con conductas pre-delictivas y se les dará instrucción militar, aunque sin armas, lo cual “puede ser contraproducente en la medida en que muchos de estos jóvenes pueden estar vinculados a pandillas o a otro tipo de estructuras delincuenciales”.

En ese sentido, “lo que se va a estar haciendo es propiciar una mayor profesionalización de estos jóvenes que luego pueden salir a servir al crimen organizado o a las estructuras con las que ya están vinculados. Adicionalmente, ni en el pasado, ni en el presente, los cuarteles son los mejores lugares para educar a los jóvenes”.

En el corolario, surgen las interrogantes sobre la medida propuesta por el gobierno. Los pandilleros están más que claros en torno a lo que viene, el crimen organizado y el narcotráfico también están haciendo su trabajo, mientras existe preocupación en organismos no gubernamentales sobre los temores a una mayor militarización de la sociedad. El círculo vicioso no se rompe.











lunes, junio 06, 2011

La perversión de la política en el “gobierno del cambio”

Por Guillermo Mejía

El aval del presidente Mauricio Funes al decreto nefasto concebido por la derecha legislativa, por medio del cual se pretende amarrar a la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia, no tiene nombre. Históricamente, las aspiraciones democráticas de los salvadoreños han sido truncadas por golpes de Estado, fraudes, crímenes, etc., sólo faltaba una puñalada trapera.

De poco, o nada, sirve que venga ahora el mandatario salvadoreño a decir: “Aquí no se ha sepultado la democracia, ni tampoco se le ha dado un duro golpe a la democracia, ni se ha ejercido el poder de forma autoritaria”, ya que “en ningún momento le estamos impidiendo que la Sala resuelva”. Qué consuelo, hermanos.

Ha sido coincidencia general en la sociedad salvadoreña que el trabajo de los cuatro magistrados ha dejado muchos frutos, sus resoluciones en torno a los partidos políticos, procesos electorales, libertad de expresión, entre otras, garantizan esa aspiración ciudadana de vivenciar la democracia, máxime que fue una de las promesas de ventas del actual gobierno.

Pero con la actuación presidencial, en la oscuridad y en tiempo récord, todo se vino por la borda. Hemos de esperar que vengan nuevos amparos y demandas de inconstitucionalidad que dormirán el sueño de los justos, quedarán entrampados porque la Sala de lo Constitucional solamente podrá resolver con el voto de los cinco magistrados y ya no sólo con los cuatro.

Según Funes, al contrario, se estará garantizando democracia, porque resultará mejor un acuerdo por unanimidad que por mayoría. Empero, uno de los magistrados tendrá la sartén por el mango, y el mango también, aunque no piense en el derecho ciudadano a una pronta y cumplida justicia, sino en los intereses y caprichos de los que siempre han perseguido privilegios.

Qué bueno para la sociedad salvadoreña que diferentes voces, políticas, partidarias, ciudadanas, intelectuales, entre muchas, han denunciado este fraude oficial y se han manifestado, por medio de infinidad de recursos, incluidas las nuevas tecnologías, para decir un basta ya a esta forma espuria de hacer política.

No le causó escozor al presidente Funes que la patraña de los partidos Gana, Arena, PDC y PCN, sea el símbolo del pasado nefasto de tiempos de dictadura militar y corruptelas. No le causó sonrojo al mandatario salvadoreño que una de las peores cuchillas para su gobierno, el partido Arena, aún lo acusa cotidianamente que acaba de cumplir dos años de fracaso.

Una decisión de esta naturaleza, con todo y sus implicaciones, no puede ser tomada a la ligera. Una serie de interrogantes obligadas salen de inmediato al tablero, a partir de que cualquiera puede inferir qué tipo de acuerdos, qué tipo de negocios, qué tipo de prebendas, pueden haberse sellado o ya existían para lanzarse al vacío.

Algunos dirigentes del partido oficial Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) han salido a darse golpes de pecho, porque no dieron sus votos, pero ante esa forma espuria de hacer política cabe la duda pedagógica. Según la diputada Norma Guevara, es demasiado que solamente se le pidan cuentas a su partido y porqué no a la derecha. Qué consuelo, hermanos.

El secretario general del FMLN, Medardo González, dijo sobre la resolución que obliga a presentar la lista completa de los candidatos: “(…) voy a decir algo por primera vez públicamente en este tema porque acabamos de recibir la sentencia: Nosotros no compartimos el hecho de que la Sala de lo Constitucional esté previniendo, esté metiéndose en el terreno de la legislación, la legislación corresponde hacerla a los 84 diputados”. Qué más…

El desencanto de los mismos dirigentes del FMLN con la Sala de lo Constitucional es obvio. Y es el mismo desencanto de los partidos de derecha que aprobaron el decreto, porque nunca aceptaron el borrón de los partidos PDC y PCN, mucho menos iban a soportar la resolución que vendría a desconocer el sistema de residuos por medio del cual se reparten los diputados al mejor postor.

Hay tantas cosas que decir, hay tantas cuestiones que están a la cola, pero una cosa es cierta: el obsoleto y antidemocrático sistema de partidos está moribundo, solamente es cuestión de tiempo y que la ciudadanía despierte del letargo y apueste por otra forma de hacer política desde la realidad de las comunidades, con la participación de las comunidades en la construcción de su destino.