martes, junio 21, 2011

Los medios públicos como herramientas para la construcción de ciudadanía

Por Guillermo Mejía

El anuncio oficial de que han iniciado el proceso, para la creación de un sistema de medios públicos, con Canal 10, Radio Nacional y una agencia de noticias, ha sacado a luz ciertos pruritos añejos en el ambiente periodístico donde, en especial, editores de El Diario de Hoy han advertido que existe el riesgo de caer en la tentación de copiar el modelo cubano.

Así de extremo. El punto a valorar, entonces, es la comprensión que tienen en el sistema estatal de medios y desde dónde se hacen las críticas de los editores en mención. El Secretario de Comunicaciones, David Rivas, recién acaba de celebrar un foro de medios públicos, democracia y ciudadanía, con su equipo de trabajo y un grupo de disertantes extranjeros.

En ese encuentro, los expositores trajeron a cuenta la forma en que se está trabajando la idea de medios públicos de cara a los derechos y deberes de la ciudadanía en los inicios del presente siglo, sobre todo a partir de la consideración de la información como derecho y no como poder, y la urgente necesidad de promover la participación ciudadana.

El colega Ricardo Chacón, editor jefe de El Diario de Hoy, criticó en su columna semanal la serie de spots donde aparece el Presidente Mauricio Funes, que titula “caminantes”, que busca generar opinión favorable para el mandatario en una tarea comunicativa que va más allá de la información y pasa a la publicidad y la propaganda.

“Afirman que se quiere fomentar medios públicos, despartidizados, que no sirvan a los intereses particulares del gobierno, sin embargo lo único que ofrecen es la visión creada por el gabinete ‘estratégico de comunicación’, de casa presidencial, que no refleja el contenido de las diferentes voces de la sociedad actual. Basta ver lo que se hace ahora en el Canal 10 y Radio Nacional para visualizar lo que se pretende hacer”, advierte Chacón.

“El extremo de estas visiones, el de la información gubernamental centralizada, es el caso de Cuba, con su agencia de prensa y, por supuesto, con los medios de difusión del partido y de los gremios que sólo dan a conocer lo que a la cúpula comunista interesa. En nuestro medio ya están operando algunos especialistas de este tipo. ¡Ojo! ¡Cuidado!”, agrega.

Por su parte, el periodista Eduardo Torres, director editorial de El Diario de Hoy, centra la atención en el anuncio de la creación de la agencia: “Lo primero que cabe preguntarle al gobierno es, ¿para qué una ‘agencia’ de noticias? ¿No le es suficiente la pauta publicitaria gubernamental, la afinidad que se tiene con algunos miembros de los medios y la cobertura noticiosa que se le da a las actividades que realizan? ¿Será una agencia de noticias tipo Notimex o intentará ser bajo el modelo de la soviética TASS, desaparecida tras el colapso del ‘socialismo real’? Bueno, más cerca que TASS y aún viva, está Prensa Latina”.

El colega Torres advierte en su columna semanal: “Si el prisma es para el caso de que llegue un pura sangre en el 2014, lo de la agencia de noticias sería caricatura porque lo que se pretendería montar sería una vertiente de la desaparecida TASS o de Prensa Latina, es decir, una estructura de propaganda e ideología política, centralizadora y controladora, muy a lo chavista”.

Como se palpa, el escozor es evidente en el medio periodístico. El gabinete de comunicaciones del gobierno se entiende que tiene delineado su proyecto y con el montaje del foro sobre medios públicos, democracia y ciudadanía aclararon los términos en cuanto a la manera en que se está concibiendo el traslado de lo estatal a lo público en la comunicación.

Para abonar al debate, creo oportuno establecer algunos criterios para dejar constancia sobre esa forma de concebir ese tránsito hacia lo público.

En primer lugar, el especialista Marc Raboy recuerda tres acontecimientos que han configurado una nueva realidad de los medios de comunicación: “a. La explosión en capacidad de canales y la desaparición de las fronteras audiovisuales hechas realidad por las nuevas tecnologías; b. La desintegración del modelo estatal de radiotelevisión de servicio público, ocurrido tras el colapso del bloque socialista y la tendencia hacia la democratización en varios puntos del planeta; c. El rápido crecimiento en el mercado de los medios de comunicación y la aparición de sistemas mixtos en aquellos países donde existían monopolios estatales”.

En segundo lugar, La UNESCO ha definido con claridad el significado de la Radiotelevisión de Servicio Público (RSP), que conocemos como medios públicos, a partir de su rol en la sociedad: “Es la organización de difusión pública; se dirige a todos como a un ciudadano. Los difusores públicos estimulan el acceso y la participación en la vida pública”. A la vez, “la difusión pública se define como un punto de encuentro donde todos los ciudadanos son bienvenidos y considerados en un plano de igualdad. Constituye un herramienta de información y educación, accesible y dirigida a todos sin excepción, sin importar su condición social o económica”.

En tercer lugar, la ciudadanía tiene el derecho de verificar si los medios públicos están cumpliendo con su función social a partir de los siguientes factores: 1. Universalidad: La difusión pública debe estar al alcance de todos los ciudadanos a través de todo el país. 2. Diversidad: Los servicios ofrecidos por la difusión pública deberían diversificarse en al menos tres direcciones: los géneros de programas ofrecidos; las audiencias determinadas; y los temas discutidos. 3. Independencia: La difusión pública es un foro donde las ideas deben expresarse libremente, donde puedan circular la información, opiniones y críticas. 4. Diferenciación: El servicio ofrecido por la difusión pública debe distinguirse del que entregan otros servicios de difusión.

Pasar a medios públicos es un proceso intensivo, lleno de creatividad y compromiso social, es un proceso de largo plazo donde se pone en situación qué estamos entendiendo sobre información y comunicación en la sociedad contemporánea, y la necesaria asunción de responsabilidades de cara a la construcción de ciudadanía. La idea es oportuna, la gente tiene ese derecho. No se vale que pretendamos asustar con “el petate del muerto”.










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