domingo, octubre 25, 2009

¿Mala praxis periodística o estratagema política?

Por Guillermo Mejía

El rumor y su eficacia la semana anterior recuerdan la necesidad de seguir debatiendo sobre el papel de los medios de comunicación en la sociedad salvadoreña. Con el gobierno del ex presidente Elías Antonio Saca era menester no sacar a luz los efectos de la violencia social, pero con el de Mauricio Funes hasta hay que condimentarlos.

Es la doble moral mediática, en especial de la reconocida gran prensa salvadoreña donde se ubican los periódicos como La Prensa Gráfica y El Diario de Hoy, así como emisoras de radio y televisión, entre ellas la Telecorporación Salvadoreña (TCS) donde uno de los conductores de El Noticiero casi lamentó el que no se produjeran víctimas esa noche de angustia premeditada.

De todos es sabido cómo el rumor actúa en una situación determinada. Su uso es práctica común de propagandistas que juegan con la morbosidad y la natural curiosidad de la gente, como se dio en el caso salvadoreño donde en el imaginario colectivo –con la consabida repetición cotidiana mediática- la violencia se torna uno de los problemas que nos mantienen en alerta.

Con un empujoncito, como decimos, basta para desencadenar la angustia colectiva. De esa forma, un mensaje de correo electrónico fue el que activó el tsunami, aunque hay que resaltar cómo de manera maquiavélica algunos medios de comunicación hicieron eco del rumor como noticia sin respetar la norma que dicta que un rumor nunca podrá ser noticia por sí solo. Hay que confirmarlo.

Con el estire y encoje que se dio entre periodistas –algunos muy febriles- y funcionarios gubernamentales –algunos muy improvisados- no llegamos muy largo. Amerita una vez más que en ambas vías haya reflexión profunda y asunción de responsabilidades, porque a la ciudadanía le asiste todo el derecho a recibir información confiable y atención de parte de las autoridades.

Si hubo un manejo mañoso de la situación por parte de algunos medios de comunicación, tampoco es lícito esconder la ausencia de las autoridades gubernamentales ese día del rumor. No se vale, señores del gobierno de turno, que la gente haya quedado en el vacío de su parte, nadie de alto nivel –empezando por el presidente Mauricio Funes- salió a dar la cara.

Qué lástima para el gobierno del cambio. La población salvadoreña quedó a merced de los delincuentes que propagaron –quizás como estratagema política- ese rumor que resultó un éxito. Máxime en momentos en que el opositor Alianza Republicana Nacionalista (Arena) se debatía en una lucha intestina que no le da tregua.

La nota curiosa la puso el colega Diario Co Latino con un comunicado, firmado por las maras criminales que mantienen en vilo a los salvadoreños, donde con un lenguaje político que cuesta creerles que salieran de mentes perversas vinculadas, en gran medida, con el narcotráfico y el crimen organizado se desligaron del rumor.

A qué grado hemos llegado en un país que la ONU vendió como ejemplo al mundo tras la firma de los Acuerdos de Paz, en enero de 1992. Y, por las curiosidades, qué papel tan denigrante jugaron en el Canal 33 –la noche de los periodistas- esos comunicadores, empezando por el responsable Narciso Castillo, con el sonado caso del rumor de la noche del lunes. Asqueroso.

domingo, octubre 11, 2009

Las obsesiones de la derecha y la irresponsabilidad periodística

Por Guillermo Mejía

Conforme pasa el tiempo, el gobierno de Mauricio Funes se va decantando. Las últimas encuestas lo colocaron como el presidente más popular de América Latina con un promedio de 80 por ciento de aceptación mientras su partido de izquierda casi le dobla en popularidad al opositor Alianza Republicana Nacionalista (Arena).

Entonces, resulta obvio el desconcierto de la derecha salvadoreña que continuamente da palos de ciego. La orquestada y mediática campaña de desprestigio que sostienen con el favor de la Telecorporación Salvadoreña (TCS) y los periódicos El Diario de Hoy y La Prensa Gráfica, entre otros, los hace caer en ridículo.

Así, resulta que es un “pecado” que los funcionarios del gobierno hayan asistido a la conmemoración de los 29 años del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (Fmln), el pasado 10 de octubre, aunque la peor chabacanería derechista fue la creación de una comisión legislativa para investigar al partido oficial por su ayuda al presidente catracho Manuel Zelaya.

Y las perlas siguen. Resulta que –quizás como nunca antes, como ahora lo manejan- los areneros y sus medios de comunicación encontraron que vivimos en medio de una desenfrenada ola delincuencial que, a principios de octubre, sumó el promedio de 16 asesinatos diarios. Lo raro del caso es que los 20 años de gobiernos de Arena no aparecen en el contexto.

El presidente Mauricio Funes muy al contrario de las posturas encabritadas de la oposición derechista los está llamando a integrarse a un gobierno de unidad e incluso para desconcierto de mentes mecánicas y corroídas les ha asegurado que en su mandato se quita la casaca del partido y se pone la de concertador. La gente cree que en su gobierno él manda.

La dirigencia del Fmln entendió la jugada política y enfatiza en que gobierno y partido no se pueden confundir. Funes es el presidente de todos los salvadoreños y el partido que lo llevó al Ejecutivo tiene que acompañar el proceso, ya sea alentando acciones u oponiéndose si es necesario tal como ya ha sucedido.

De forma dialéctica, el presidente puede sacarle ventaja a la crisis. La gente cree en su gobierno, Arena ciertamente no tiene rumbo y, en lugar de refrescarse, coloca en su dirigencia a gente que apesta a pasado. Lo peor que pudo hacer el ex presidente Alfredo Cristiani fue amenazar con que arderá Troya si no se cumplen sus caprichos. No entiende el asunto.

Ojalá el primer gobierno de izquierda en el país sepa conducirse con mucha sabiduría y sensatez en medio de las estupideces de la oposición derechista. Por el momento, lleva una ventaja envidiable con lo que ha obtenido “el sí de la niña”. La continuación de su proyecto político estriba en atender las necesidades de la gente, cosa que nunca pasó por la mente de los areneros.

lunes, octubre 05, 2009

Solo la presión popular puede cambiar la correlación política

Por Guillermo Mejía

Con la puesta en el presupuesto general de la nación del 2010, la oposición política derechista pretende tener la sartén con el mango (y el mango también). Ya el presidente Mauricio Funes les demandó actuaciones responsables de cara a las necesidades de la ciudadanía y que, por supuesto, no se dejará chantajear.

Pero Alianza Republicana Nacionalista y sus satélites Democracia Cristiana y el Partido de Conciliación Nacional no desperdiciarán la oportunidad para hacerse sentir. La argucia mayor es que el partido oficial cuando fue oposición también utilizó el voto legislativo, en especial en lo referente a los préstamos internacionales.

En ese panorama, cada quien tiene que valorar sus actuaciones.

La única forma de contrarrestar posturas partidarias irresponsables es que la gente se haga sentir en las calles y en la propia Asamblea Legislativa a fin de que las decisiones en ese poder del Estado sean convenientes para los salvadoreños y no en función de intereses particulares o partidarios. La oposición derechista tiene que pensar bien lo que pretende hacer.

Por eso se insiste desde varias direcciones en que es necesario que el partido Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (Fmln) realmente retome su papel crítico y organizativo, para acompañar la gestión gubernamental. Hay que reparar el grave error de la dirigencia que se vació en cargos públicos y no abrió espacios a nuevos cuadros de conducción.

A la vez, entre las críticas sobresale el hecho de que en los poderes locales tampoco se vislumbra el papel organizativo de la población. Los funcionarios públicos están más interesados en ir saliendo de sus tareas –algunas a medias- que en trabajar porque crezca la organización de los ciudadanos de cara a propiciar cambios reales en la sociedad.

Un buen ejemplo de denuncia y reivindicación popular fue cuando el presidente de la Asamblea Legislativa, Ciro Cruz Zepeda, recibió la sorpresiva visita de gente indignada por su elección al cargo. De hecho, esa acción puso en qué pensar a la oposición derechista ante su antojadizo accionar en ese órgano de Estado.

Claro que la gente tiene derecho a hacerse sentir, ya sea condenando o acompañando procesos. Es más, demandando actuaciones responsables y transparentes. El ex presidente Alfredo Cristiani amenazó con que arderá Troya si no les adoban el gusto a Arena y la gran empresa, pues a la gente de a pie le asiste el derecho a no dejarse intimidar y contraatacar.

La partidocracia tiene secuestrada a la democracia salvadoreña y la propuesta del cambio, por medio de la cual ganó Funes y el Fmln, solo podrá viabilizarse con la presión popular. El presupuesto general de la nación será el centro de la discordia partidaria en los próximos tiempos y la gente no se puede excusar de participar en la contienda. Las calles llaman.