domingo, octubre 11, 2009

Las obsesiones de la derecha y la irresponsabilidad periodística

Por Guillermo Mejía

Conforme pasa el tiempo, el gobierno de Mauricio Funes se va decantando. Las últimas encuestas lo colocaron como el presidente más popular de América Latina con un promedio de 80 por ciento de aceptación mientras su partido de izquierda casi le dobla en popularidad al opositor Alianza Republicana Nacionalista (Arena).

Entonces, resulta obvio el desconcierto de la derecha salvadoreña que continuamente da palos de ciego. La orquestada y mediática campaña de desprestigio que sostienen con el favor de la Telecorporación Salvadoreña (TCS) y los periódicos El Diario de Hoy y La Prensa Gráfica, entre otros, los hace caer en ridículo.

Así, resulta que es un “pecado” que los funcionarios del gobierno hayan asistido a la conmemoración de los 29 años del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (Fmln), el pasado 10 de octubre, aunque la peor chabacanería derechista fue la creación de una comisión legislativa para investigar al partido oficial por su ayuda al presidente catracho Manuel Zelaya.

Y las perlas siguen. Resulta que –quizás como nunca antes, como ahora lo manejan- los areneros y sus medios de comunicación encontraron que vivimos en medio de una desenfrenada ola delincuencial que, a principios de octubre, sumó el promedio de 16 asesinatos diarios. Lo raro del caso es que los 20 años de gobiernos de Arena no aparecen en el contexto.

El presidente Mauricio Funes muy al contrario de las posturas encabritadas de la oposición derechista los está llamando a integrarse a un gobierno de unidad e incluso para desconcierto de mentes mecánicas y corroídas les ha asegurado que en su mandato se quita la casaca del partido y se pone la de concertador. La gente cree que en su gobierno él manda.

La dirigencia del Fmln entendió la jugada política y enfatiza en que gobierno y partido no se pueden confundir. Funes es el presidente de todos los salvadoreños y el partido que lo llevó al Ejecutivo tiene que acompañar el proceso, ya sea alentando acciones u oponiéndose si es necesario tal como ya ha sucedido.

De forma dialéctica, el presidente puede sacarle ventaja a la crisis. La gente cree en su gobierno, Arena ciertamente no tiene rumbo y, en lugar de refrescarse, coloca en su dirigencia a gente que apesta a pasado. Lo peor que pudo hacer el ex presidente Alfredo Cristiani fue amenazar con que arderá Troya si no se cumplen sus caprichos. No entiende el asunto.

Ojalá el primer gobierno de izquierda en el país sepa conducirse con mucha sabiduría y sensatez en medio de las estupideces de la oposición derechista. Por el momento, lleva una ventaja envidiable con lo que ha obtenido “el sí de la niña”. La continuación de su proyecto político estriba en atender las necesidades de la gente, cosa que nunca pasó por la mente de los areneros.

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