martes, diciembre 30, 2008

Las elecciones del 2009:
Ojalá no sean huevo de gallo viejo

Por Guillermo Mejía

Salvo la contaminación de intereses particulares, de los discursos públicos –en especial de Arena y del Fmln- se pueden derivar las ganas (o posibles ganas) que del diente al labio dicen tener los candidatos y las dirigencias políticas frente a la lucha por la conquista de mentes y corazones. Habrá que ver...

Como sabemos, el 18 de enero y el 15 de marzo entrantes se celebrarán las elecciones para alcaldes y diputados, y para presidente, respectivamente, donde se espera una participación respetable de casi dos millones de salvadoreños aptos para emitir el sufragio.

En ese sentido, el lustre pasó por los candidatos y sus partidos, aunque algunas cosillas anacrónicas, por ejemplo el hediondo discurso sobre la amenaza comunista que destila la derecha, se mantienen en la palestra.

Hay que resaltar, en comparación, la forma en que se ha conducido el candidato de la izquierda, el periodista Mauricio Funes, que –quiérase o no- ha utilizado algodones para tocar algunas cuestiones donde sus adversarios políticos aún se arisquean o se les inflama la tripa.

Claro que el periodista ha tenido (y tiene) que lidiar con los “comandantes”, para evitar que sus posturas y las de ellos no suenen al revés, con el agravante que en este caso existe una prensa derechista atenta ante cualquier asomo de contradicción. Aunque siempre sacan punta.

Situación muy diferente, en cuanto a trato periodístico, le toca a Rodrigo Avila, Arturo Zablah y su partido. Hasta al grado que les dan consejos paternalistas, inclusive los columnistas de periódicos, algunos de ellos que hasta admiten que les gusta Funes, pero lástima el partido.

Pero vamos al grano. Los salvadoreños tendrán a partir del uno de mayo –que se instalan los diputados y los alcaldes- y del uno de junio –el presidente y vicepresidente- la reconstrucción de la Patria en momentos difíciles en todo el globo terráqueo.

Por lo que se oye, si la balanza va por el lado de Arena y Avila pues todo será de maravilla. No han servido 20 años de gobiernos del partido derechista para decir lo contrario. Enumerar cada caso sería demasiado, pero todos vivirán mejor, tendrán empleo y ganarán lo suficiente.

Como prometió el presidente Elías Antonio Saca, en su campaña electoral de 2004, las mujeres que son padres y madres a la vez, ahora con Avila y Arena no seguirán solas. Además, los jóvenes económicamente activos tendrán un trabajo seguro. Y etc., etc., etc.

Si la balanza va por el lado del Fmln y Funes, pues, también les espera la gloria. El cambio seguro que propone el colega incluye la democracia participativa con la garantía de mejor educación y salud. Suma que la colcha alcanzará a los más pobres, sean jóvenes o viejitos.

Alístense los que nunca han pagado impuestos, en especial los que siempre le han chupado la sangre al sufrido pueblo; la tijera pasará también por los corruptos que se han engordado del Estado y los que andan en el crimen organizado. Y etc., etc., etc.

Algo interesante en medio del marketing político es que ambos candidatos dicen que las cosas irán mejor, porque cada cual contará con el mejor equipo de diputados. Muchos de ellos de las legislaturas anteriores o sea probados.

Por el lado de Arena, los salvadoreños tendrán la esperanza de contar, por ejemplo, con Guillermo Gallegos; y por el lado del Frente, se sentirán orgullosos de volver a ver a Benito Lara. La lista sigue… Las caritas del co-gobierno legislativo son sumamente conocidas.

De los otros partidos y sus candidatos mejor ni hablar. Al menos, algunos que van para alcaldes o diputados (inclusive renganches), conseguirán o mantendrán sus chambas que, por supuesto, no son malas pagas. Además, hay lo que sacan provecho del trance con Arena.

La reconstrucción de la Patria es algo muy serio y necesario. La mayoría de encuestas señalan que Funes es el posible ganador, pero tampoco está escrito en piedra. El mismo Frente le teme al fraude, aunque lo niega la derecha.

Más allá de los discursos políticos, ojalá que los salvadoreños vean por quizás una vez en sus vidas algo diferente, a pesar de que aún esa necesidad histórica no sea acompañada por la fortaleza ciudadana que demande políticos comprometidos con su pueblo.

Ojalá que no salga un huevo puesto por gallo viejo y reviente un monstruo –como creían los griegos.

miércoles, noviembre 05, 2008

Barack Obama derrotó al continuismo

Por Guillermo Mejía

Definitivamente el gane del afroamericano Barack Obama en las elecciones presidenciales de Estados Unidos –hecho histórico e impensable en los últimos tiempos- resulta ser un bálsamo, para las heridas que sangran a nivel planetario frente al desastre de la era bushista.

Qué bueno que los estadunidenses se conectaron con la propuesta del joven político demócrata a fin de cortar de tajo el brutal continuismo de los republicanos, que todavía no salen del asombro por cuanto perdieron el favor ciudadano en sus propias entrañas.

Que el 95 por ciento de los afroamericanos y el 66 por ciento de los hispanos, por ejemplo, se volcaran a favor de Obama es comprensible, mas que lo hicieran casi el 50 por ciento de los blancos es un hecho sin precedentes en la nación norteamericana.

El racismo no ha desaparecido, es obvio, máxime en una nación tan individualista y materialista como la gringa, donde cada quien tiene que luchar para sobrevivir frente a la inhumana competencia de los demás –algo sistémico y, por ende, tan profundo.

Pero la urgencia del cambio caló en la mentalidad estadounidense más allá del color de la piel y la clase social. Las imágenes de las celebraciones multitudinarias en diversos puntos del país norteamericano fueron elocuentes. La alegría contagiante. Incluso hubo lágrimas de felicidad.

Jesse Jackson, activista político –uno de los colaboradores del asesinado apostol negro Martin Luther King, en 1968- lloró de emoción al ver al joven Obama aplastar al veterano John MacCain, el “héroe de guerra” que cayó de nuevo al igual que en la aventura de Vietnam.

¿La tendrá fácil Obama? Ni decirlo. Su antecesor deja una estela de desgracia, nomás hay que revisar la estupidez que cometió con la metida de patas en Irak –bajo el signo de la gañería y la mentira- no digamos el desastre de la economía con su repercusión internacional.

Obama tendrá que responder a la altura de los tiempos. Desde diversos puntos del globo terráqueo diversos dirigentes le han expresado su esperanza y deseos de éxito en la gestión presidencial que arrancará en enero del 2009.

¿Qué con El Salvador? Estamos a espera de que a nuestros compatriotas –así como a millones de indocumentados en aquellas tierras- les ofrezca una salida digna a su condición. Nuestra gente también aporta a la riqueza estadunidense y alivia nuestras penurias.

Con respecto a nuestro proceso electoral y el gane de Barack Obama no hay porqué hacer bulla. Eso sí, si bien reflejan posturas políticas distintas, ambos procesos guardan una peculiar coincidencia.

El Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (Fmln), con Mauricio Funes como candidato presidencial, está tan cerca –como nunca antes- de conducir al pueblo salvadoreño a darle un no rotundo al continuismo de 20 años del partido oficial.

En otras palabras, al igual que MacCain, el candidato arenero Rodrigo Avila camina también con las “patas hinchadas” frente al lastre de cuatro administraciones derechistas. No por gusto Avila habla de corregir lo malhecho.

La izquierda efemelenista no necesita instrumentalizar el gane de Obama, es más ni lo está haciendo. El culillo derechista resurge en cuanto sí pesa la comparación de que en El Salvador le pueden decir no al continuismo. Por eso, no vale el llanto de “analistas” ni “periodistas”.

Claro, también celebramos el gane de Barack Obama y la esperanza de cambio.

miércoles, octubre 01, 2008

Actuaciones políticas irresponsables

Por Guillermo Mejía

Las actuaciones públicas, en especial de la derecha gobernante, nos anuncian cada día lo poco que pesa en la mentalidad de sus dirigentes la aún precaria y tormentosa convivencia política luego del pasado desangramiento fratricida y la conquista de una paz a medias.

El presidente Elías Antonio Saca, en lo que viene a ser una muestra antidemocrática vergonzosa, participa de lleno en la pre campaña electoral ajustando sus dardos contra la otrora guerrilla, mientras su rectora de política exterior llega al desvarío de pedirle una “injerencia” al gobierno de Estados Unidos frente a la “amenaza” que representa la izquierda.

Entre bambalinas, a la vez, arrancó también el chantaje perverso de empresarios privados ligados a Alianza Republicana Nacionalista (Arena) sobre las “desventajas” de votar por el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (Fmln) y su candidato Mauricio Funes.

Bueno, si el mismo presidente Saca llamó a los empresarios asistentes al encuentro ENADE 2008 a que aconsejaran (intimidaran) a sus empleados sobre los “peligros” de la ola roja –con Chávez a la cabeza. Obvio que a más de un empresario le pareció un insulto a la inteligencia.

Como siempre, desde el espacio mediático –periódicos, radios, televisoras y páginas web financiadas y, por ende, alineadas con la derecha- se destila toda una campaña orquestada con mentiras o medias verdades ajustadas a desprestigiar al candidato de izquierda.

Al contrario, otra campaña orquestada por el seudo periodismo busca frenéticamente elevar la imagen del candidato de derecha, Rodrigo Avila, a quien tratan con “paños tibios”, aunque el mismo candidato cometa yerros ante los cuales se hacen del “ojo pacho”. ¿Periodistas?

Para ver o darse cuenta de las patrañas derechistas no es necesario ser de izquierda, mucho menos avalar la candidatura de Mauricio Funes con el Fmln. Es más cuestión de dignidad del pueblo salvadoreño a quien siempre han irrespetado, chantajeado y manipulado.

Al grado que, por ejemplo, una vez más nos dice el presidente Saca que “gracias” a él Estados Unidos otorgó un nuevo permiso de trabajo temporal (TPS, por sus siglas en inglés). Honduras al final también tuvo su permiso aunque el presidente Mel Zelaya anda en el Alba de Chávez.

¿De quién son cheros los gringos? Como bien reza el dicho popular: ellos no tienen amigos sino intereses. El hecho de que el gobierno de Estados Unidos aún cierra los ojos ante muchas cosas oscuras de la derecha salvadoreña es cuestión que amerita un análisis aparte.

En conclusión, seguimos jugando con fuego. La izquierda, por su lado, también tiene sus cosillas criticables como toda fuerza política, entre otras las posturas anémicas o los silencios cómplices ante hechos contundentes. Necesitan mucho fósforo de cabezas de pescado machacadas.

jueves, septiembre 04, 2008

Rumbo a las elecciones generales de 2009

Por Guillermo Mejía

El Tribunal Supremo Electoral (TSE) dio el banderillazo de salida. Ahora esperemos a enero y marzo, para las elecciones de alcaldes y diputados, y presidente, respectivamente, que surgirán especialmente de la confrontación entre la derecha gobernante y la izquierda opositora.

Sin embargo, lo que debería de ser una fiesta cívica –como en otras naciones- en El Salvador se torna precisamente en una guerra electoral aderezada con campañas sucias, pajística, coberturas periodísticas vergonzantes, entre otros renglones torcidos de nuestra sociedad.

Para muestra algunas perlas:

*El debate político entre candidatos y la presentación de sus respectivas propuestas a la nación, básicos en todo proceso electoral democrático, acá no procede.

*Llegarle a la gente con ideas, de cara a sus necesidades y derechos conculcados, es de segundo orden, porque se prioriza en el estómago (gallinas coloradas).

*Los partidos políticos realmente carecen de mecanismos idóneos para escoger a los candidatos a cualquier cargo, sobresale el marketing y el compadrazgo.

*Unos más que otros de los políticos salvadoreños aún viven atrapados en fantasmas añejos y por tanto anacrónicos, como el del comunismo.

Bueno, la lista sigue con sus etcéteras y etcéteras. Con lo que –una vez más- se demuestra que falta años-luz para que la población salvadoreña viva realmente en democracia y sea representada por políticos que sirvan a sus intereses comunes.

Si bien es cierto se tienen las líneas generales de donde partirán si llegan a ganar las presidenciales –el Fmln incluso presentó su programa- está ausente o es muy marginal la necesaria concertación nacional a fin de conquistar un futuro acorde con la gente.

Las pláticas que el partido de gobierno y la izquierda del Frente sostienen en la actual coyuntura electoral, para dejarle colchón monetario al gobierno entrante, a partir de los préstamos internacionales, precisamente es cuestión de conveniencias.

Al fin de cuentas quien resulte electo para la silla presidencial no puede entrar en el vacío. Lo grave del asunto es que esa didáctica que debería prevalecer en todo el periodo presidencial no cuaja por los intereses políticos mezquinos bajo el encono de sus dirigentes.

Empero, lo gravísimo del caso salvadoreño y su proceso político es la ausencia sensible de la ciudadanía con sus posturas críticas y condiciones al acompañamiento de los partidos políticos que, lógicamente, la menosprecian por carecer de esas presiones.

En fin, arrancó el proceso –anticipado por una campaña electoral ilegal, acompañada por la miseria mediática- y en el futuro cercano no se vislumbra esa urgente nueva forma de acceder al poder desde sus mecanismos tradicionales. ¿Cuándo despertaremos de la pesadilla?

jueves, julio 31, 2008

El periodismo en una sociedad enferma

Por Guillermo Mejía

La figura de “sociedad enferma” vale para ilustrar que precisamente no subsistimos en una sociedad donde gozamos de buena salud social, económica, política y, por ende, también nuestro periodismo está achacoso. Un cuerpo enfermo no puede responder a los retos.

La idea parte del hecho que –desde hace años- se viene metiendo la idea de que tenemos en el país lo mejorcito del periodismo centroamericano, algunos lo ponen más alto dicen latinoamericano. Pareciera que El Salvador surgió mundo aparte.

En anteriores artículos hemos expuesto los principales vicios que modelan al periodismo nacional. Decir, por ejemplo, la manito cargada contra la izquierda (sobre todo la que consideran ortodoxa), el favorcito con la derecha gobernante y, por supuesto, los empresarios.

Al grado que, en esa cerrazón ideológica, el editorialista de El Diario de Hoy afirma –sin sonrojo- que nunca existió la famosa y crítica Escuela de Frankfurt. En otras palabras, los intelectuales de la talla de Adorno y Marcuse son una mentira marxista en busca del poder.

Cualquier universidad seria, independiente que sea estatal o privada, no puede suprimir en el estudio de las comunicaciones en general, y el periodismo en particular, los planteamientos que surgieron de ese grupo alemán. Pero el editorialista asegura que no existió.

Por otro lado, encontramos al otro periódico matutino de peso, La Prensa Gráfica, metido hasta el fondo en lo que sus críticos llaman la “farc-manía”, dado el sostenido y vergonzante papel que desarrolla su redacción en la tarea de untar al Fmln con la guerrilla colombiana.

Aunque disgusta a sus editores la camándula de críticas que reciben, la angustia en que se encuentran dada la cercanía de las elecciones generales de 2009 –donde la izquierda es favorita- les lleva incluso a poner como evidencia de complot el que José Luis Merino (Ramiro Vásquez) se haya reunido en Managua con los presidentes Daniel Ortega, de Nicaragua, y Mel Zelaya, de Honduras.

Solo en mentes perversas cabe el abuso de ocupar las páginas de La Prensa Gráfica para insinuar como delito el que el dirigente del Fmln se haya reunido con dos presidentes constitucionalmente electos. Obviamente, querían también en la foto a alguien de las FARC, pero les falló.

Y qué decir de Telecorporación Salvadoreña TCS, Canales 2, 4 y 6, en sus espacios informativos-propagandísticos o en la entrevista de Jorge Hernández. O la Radiocadena YSKL que prestó su equipo de prensa para arengar durante la reciente concentración de Arena en el Estadio Cuscatlán.

Si esos son los cambios que muestra el saludable periodismo salvadoreño, pues ya no hay nada que discutir.

Pero, muy al contrario, los “avances” –que atoran a más de algún periodista, especialmente en los medios tradicionales- también sirven para desnudar a la poderosa maquinaria que mueven editores y periodistas, nacionales y extranjeros, en busca de hacerle creer a los salvadoreños que tienen el mejor periodismo del mundo.

Así, encontramos a colegas que molestos por las críticas suelen llamar a quienes las ejecutan como periodistas pesimistas o periodistas fatalistas, mientras en el mundo en que se mueven se consideran periodistas optimistas o periodistas exitosos.

Estos mismos personajes son los que aprovechan la ocasión para despotricar acerca del papel de las Escuelas de Periodismo de las universidades, porque –según ellos- no enseñan nada. Se quejan de que en algunas les hablan de manera crítica sobre los medios de difusión mientras exigen que las universidades les preparen maquileros de la información.

Pero todavía es un sueño esperar una muestra de prudencia, sensatez y humildad intelectual de parte de estos colegas. El pueblo tiene derecho a juzgarlos.

miércoles, julio 09, 2008

Una treintena de víctimas sin respuestas, tan solo disparates

Por Guillermo Mejía

Las 32 personas que recién murieron en el arenal de La Málaga cuando el autobús en que viajaban fue arrastrado por la correntada de invierno quizás nunca tendrán respuestas a su tragedia. Nadie asumió con valentía la responsabilidad en un hecho por el que en un Estado democrático tendríamos cabezas rodando.

De todos es conocida cada respuesta de los implicados en esa tragedia. De Obras Públicas se ha dicho que el responsable fue un tapón de basura en la barranca y que al menos “ya pasaron a mejor vida” los que perecieron en la tormenta (!). De las autoridades municipales que las mitigaciones en lugares de alto riesgo son del gobierno central.

El hecho que días después se volviera a rebalsar el agua precisamente en el mismo lugar desdice de la seriedad de las autoridades respectivas. El sol no se puede tapar con un dedo y, si bien es cierto la malacrianza de lanzar basura a diestra y siniestra es parte de nuestras costumbres, hay razones de mayor peso que se pretenden ocultar.

Muy saludable para la sociedad salvadoreña fue que, por lo menos, los pastores de la Iglesia Evangélica Elim hayan denunciado con la valentía que les faltó a las autoridades la clara y manifiesta responsabilidad de las entidades del Estado por no proteger a la ciudadanía ni atender los llamados de auxilio de las víctimas en el momento.

Los religiosos, acompañados de familiares de los fallecidos y pobladores del lugar, además de señalar la falta de mitigación y limpieza en serio, fueron más a fondo al denunciar el peligro en que habita el sansalvadoreño por la tala indiscriminada de árboles en las zonas altas de la ciudad sin que las autoridades asuman su compromiso.

No faltaron voces irresponsables, en especial cierto bufón mediático que ensucia las ondas de radio cotidianamente, que acusaran a los pastores de la Iglesia Evangélica Elim de tener “cuotas” de poder en las alcaldías de Soyapango e Ilopango, razón por la que se hicieron eco de críticas al gobierno de turno. La quimera roja no descansa a criterio del energúmeno radiofónico.

Sin embargo, desde mucho tiempo atrás hasta la actualidad debemos recordar las veces en que ecólogos y medioambientalistas –junto a habitantes de diversas áreas- han denunciado la rapacidad de empresas constructoras que poco a poco se van acabando las pocas zonas verdes del área metropolitana de San Salvador.

Claro, no solo es el Gran San Salvador, cito lo anterior por ser la zona donde ocurrió la tragedia en que perecieron los hermanos evangélicos.

Las denuncias han estado a la orden del día. Uno de los casos más sonados es el que le achacan al ex ministro de Obras Públicas, David Gutiérrez, que por arte de magia desapareció 40 millones de dólares de mega construcciones que –por ejemplo- destruyeron parte de El Espino, en el volcán de San Salvador, una de las últimas reservas acuíferas con que contamos en el país.

Y qué decir de la cantidad de obras que se dejaron de hacer en la administración de Gutiérrez, entre ellas la mitigación de esa parte del arenal de La Málaga donde cayó el autobús y perecieron los compatriotas. No es necesario ser de izquierda para darse cuenta del bochorno, ni tampoco tener cuatro dedos de frente.

A las pajeras salidas discursivas de las autoridades gubernamentales también se sumaron algunas apreciaciones de articulistas y periodistas que, lejos de poner el dedo en la llaga, se dedicaron a especular hasta el grado de insinuar maliciosamente que las víctimas murieron porque solo de dedicaron a rezar.

“No quisieron salir de la cabina mientras la altura del agua aún lo permitía. Rezaron. Solo rezaron. Talvez fue el miedo. Talvez fue la alienación de creer que el mundo de los hombres es más de Dios que de los hombres, como si la acción de Dios y la obra de los hombres fueran dos cosas totalmente distintas”.

El texto fue publicado por el periodista español José Luis Sanz, jefe de información de La Prensa Gráfica, el pasado 6 de julio. Valoren el significado de sus palabras y el hecho de que todo periodista debe proceder con la mayor responsabilidad al relatar o enjuiciar la realidad.

Personalmente el texto titulado “La Corriente” me trasladó a lo paranormal, en el mejor de los casos a uno que otro programa del canal Infinito.

Lástima que los muertos no pueden pedir su turno, para aclarar las circunstancias de su tragedia y si de veras –como pretende asegurar el periodista- solo se dedicaron a rezar. Y, bueno, conocer si realmente tuvieron la oportunidad de salvarse por las circunstancias del caso. Es decir, más que a conclusiones el punto mueve a interrogantes.

Me parece muy sacado de la manga que el colega español descargue la responsabilidad de sus elucubraciones al hecho de que: “Pudieron haberse salvado. Al menos eso asegura el único sobreviviente a aquel ataúd amarillo de metal con un irresponsable al volante y cargado con decenas de almas abandonadas a Dios”.

Pareciera que en este país ya nos acostumbramos a los disparates.

Mi solidaridad con las víctimas, sus familiares y la Iglesia Evangélica Elim. Su fortaleza espiritual es muy grande.

lunes, junio 02, 2008

El cuarto aniversario del gobierno de Tony Saca

Por Guillermo Mejía

En medio de una situación interna crítica, a partir de no contar con mínimos entendimientos políticos entre las diversas fuerzas en contienda, y una situación externa muy convulsionada por el alza del crudo, el gobierno salvadoreño cumplió su cuarto año de administración.

El presidente Elías Antonio Saca, en su discurso del uno de junio, dio a conocer medidas que tampoco lograrán paliar el problema de la carestía, como por ejemplo el incremento del salario en 50 dólares, a los empleados públicos. Los privados no aparecen en la lista.

La continuación de algunos subsidios es un hecho desde hace tiempo atrás, con la seguridad de que es un año electoral de cara a los comicios generales de 2009 donde por primera vez se considera que la oposición de izquierda tiene allanado el camino hacia la presidencia.

Como hemos reflexionado con anterioridad, lo más preocupante del panorama es que –independientemente de quien se siente en la silla- el problema es que llegaremos de nuevo sin puntos de encuentro. Eso podría equivaler a que si la izquierda logra el Ejecutivo desde ya tenemos que pensar cual sería el comportamiento del gran empresariado y la derecha política. Si por carambolas siguiera Alianza Republicana Nacionalista (Arena), pues sería el continuismo en toda su expresión.

Mientras, la población continuará sin pena ni gloria en espera de que algún milagro suceda. De igual manera, tendrá que rebuscarse a como de lugar desde un trabajito miserable o siempre con la vista puesta en la emigración hacia el Norte, donde ya no nos soportan a los latinos.

La clase política nacional sigue y seguirá con su práctica cotidiana sin el menor respeto por la ciudadanía, esta última, a la vez, continúa y continuará sin aparecer en escena a partir de no hacer valer sus derechos legítimos y aún depender de las promesas de los políticos.

En ese contexto, aún carecemos también de una robustez periodística que nos asegure el libre intercambio de información y opinión, máxime en un periodo electoral –tan especial como siempre- donde los medios de comunicación tradicionales se prestan a la campaña sucia.

Si no veamos la forma vergonzante y morbosa que le han dado a un hecho político, que todavía no podemos asegurar como cierto si somos responsables: las computadoras de Raúl Reyes y la salpicada que le han propinado, para el caso, a gente del Fmln.

Que el periodismo nacional ha cambiado, como es el estribillo de muchos periodistas extranjeros que gobiernan radios, televisoras y periódicos, queda en tela de juicio, porque lo novedoso en la industria periodística es la tecnología. Por lo demás continuamos en guerra.

¿Qué novedades, entonces, esperamos para el último año de gobierno de Elías Antonio Saca? Tal vez mayor crisis socio-económica, la lucha intestina de corte ideológico y, por lo tanto, carente de propuestas serias y la cerrazón mental de la gran prensa nacional.

martes, mayo 13, 2008

La izquierda salvadoreña y el salpique de las FARC

Por Guillermo Mejía

Para comenzar –y esta preocupación ya la expresaron muchos- sería sano que al candidato presidencial del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (Fmln), Mauricio Funes, se le bajara la adrenalina y asumiera que una investigación realmente seria aclarara lo del caso colombiano.

Salir con patada al pecho, como lo hizo, negando la posible vinculación de “Ramiro”, José Luis Merino, en el supuesto tráfico de armas en Europa para las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) no ayuda a la transparencia de la izquierda salvadoreña, sino más bien significa un costo político serio.

Achacarle todo a la perversidad de la derecha en connivencia con la prensa internacional –y que eso salga de voz de Mauricio Funes en tono bravo- tampoco le ayuda al partido de oposición, mucho menos a la figura del candidato que se ha ganado palmo a palmo la confianza del electorado salvadoreño.

El peor legado que Funes le pueda heredar a su figura, al partido y a El Salvador sería caer en el juego político-ideológico de la derecha salvadoreña que –hoy por hoy- se encuentra dividida y hundida en el temor al constatar que ya sus veinte años en el Ejecutivo casi no son nada, porque el fraude lo cometieron hasta con su misma gente.

Que Alianza Republicana Nacionalista (Arena) y su gobierno de turno (sumados los demás funcionarios en cada esquina) pretendan sacarle la raja más grande a esa oportunidad propagandística internacional, por supuesto que no se puede negar. Ahora es su turno. Que la izquierda no logre dimensionar el problema resultaría lo más grave.

Claro que aún es difícil llegar a establecer el criterio de verdad de la maniobra política internacional, eso hay que aceptarlo, pero tampoco es válido que la izquierda se salga por la tangente y, al igual que la derecha retrógrada con sus casos vengonzantes, pretenda negar de un tajo esa vinculación histórica del Fmln con otros movimientos, ahí está el caso de las FARC.

La conducta política de Mauricio Funes también estimaría, sería muy bien visto por sus seguidores máxime los que no están en la izquierda, que demande ir a las últimas consecuencias, para que no existan equívocos sobre el caso colombiano. Qué bueno que Funes le pida a Merino y a otros dirigentes del partido que le expliquen el problema con transparencia. El no necesita andar salvando a nadie, él necesita tener la mesa limpia y lista para las batallas decisivas. Caer en la trampa es lo que menos le conviene.

La otra cuestión de suma importancia para la izquierda nacional, para el país y para el mismo Funes es que el partido salga con la frente en alto y explique a los cuatro vientos el significado que tienen las FARC en el escenario internacional. Taparse la boca frente a ese movimiento que desdice de la lucha revolucionaria y la ha contaminado con el narcotráfico, el secuestro, el crimen de civiles, etc., no le ayuda al Fmln.

El mayor partido de oposición salvadoreño, muy al contrario, debería reivindicarse aclarando su adhesión al humanismo socialista, la democratización radical, la transparencia, la tolerancia, el ejercicio de la libertad, entre otras aspiraciones revolucionarias de todos los tiempos; es decir, pasar del trasnochado discurso seudoizquierdista que eliminó la individualidad del sujeto histórico en aras de la colectividad deshumanizada, mecanizada. Fracaso rotundo.

Las izquierdas de otros puntos del planeta, incluidas algunas que están muy cerca de nuestra región, ya han entendido el seudoizquierdismo y caminan hacia la rectificación de muchos de los vicios que hasta hace poco fueron vistos como necesarios, para el sostenimiento de sus sistemas políticos. También resultaría grave que en el Fmln no entiendan esos procesos.

Qué bueno sería que los colombianos resuelvan su problema bélico por vías civilizadas, aunque eso resulta muchas veces impensable dado la naturaleza del conflicto y quienes son los actores: la seudoizquierda narcotraficante y secuestradora, y los paramilitares de extrema derecha (incluido el gobierno), también criminales y narcotraficantes.

De Mauricio Funes y del Fmln urge inteligencia, coraje y transparencia. Los que participaron o participan con las FARC que asuman las consecuencias. La maniobra política está a la orden del día. ¿No lo entienden?

jueves, mayo 01, 2008

La demagocia como respuesta a la crisis socio-económica

Por Guillermo Mejía

Las recientes medidas anunciadas por el gobierno de turno, entre ellas la instalación de una comisión especial, a fin de encontrar una salida oportuna a la crisis socio-económica sabe más a lo mismo, menos a una respuesta esperanzadora hacia la población salvadoreña.

El régimen de Elías Antonio Saca pretende así sacarle provecho a este momento crucial –que también pone en tela de juicio los casi 20 años de gobiernos consecutivos de la derecha- para darle una vuelta al descalabro político "arenero" frente a la figura del periodista Mauricio Funes.

Como siempre lo hace, Alianza Republicana Nacionalista (Arena) apeló a la conciencia nacional de cara a la agudización de la problemática, pero –otra vez- dejó por fuera de la comisión a su adversario el partido Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (Fmln).

El dicho “o todos en la cama o todos en el suelo” volvió a tomar vida. Con la gravedad que demandan de la izquierda ex guerrillera decirle sí a todas las medidas que pretende introducir el gobierno, incluidos nuevos endeudamientos internacionales. Y no solo eso, quiere que también la crisis no sea aprovechada con motivaciones político-electorales, como si Arena y el Ejecutivo no estén manipulando con antelación.

En la pasada intervención del presidente Elías Antonio Saca en cadena nacional, el mandatario repitió los puntos que viene utilizando como propaganda electoral desde tiempo atrás. Insistió en los subsidios, la red solidaria, entre otros, es decir no hubo nada nuevo.

De ahí partió con la creación de la comisión especial donde metió a funcionarios, diputados, empresarios, académicos, religiosos, menos al Fmln y a la Universidad de El Salvador (UES). En otras palabras, las medidas tienen que favorecer solamente a Arena, mientras el pueblo salvadoreño resulta un pretexto.

Esa visión maniquea es la que nos mantiene hundidos en una profunda crisis socio-económica y política de la que se estima que nos costará salir. Ojalá que la izquierda, que tiene posibilidades de ganar las elecciones presidenciales, cambie ese proceder viciado.

La salida a los graves problemas nacionales ameritan el concurso de TODOS los ciudadanos, no solo de los socios y comparsas.

Pero para ser justos en la medida, hay que señalar también la ineficacia de la dirigencia del Fmln y el candidato Mauricio Funes de estar a la altura de los acontecimientos, como decimos en buen salvadoreño estar en la jugada.

Ante la demagogia oficial, el show mediático y el robo de la iniciativa política apareció una izquierda ex guerrillera reactiva, poco pensante, retrasada. No pudo denunciar de inmediato la jugada político-electoral, fue víctima de la improvisación.

Solo faltó que el presidente Elías Antonio Saca pidiera que a las marchas del Primero de Mayo la gente saliera a disfrutar, aprovechando el puente vacacional, sin denunciar con energía la crisis generalizada que golpea a medianos y pequeños sin importarles a los empresarios y al gobierno.

La oposición real de este país tiene que estar contestando a la par de los planteamientos demagógicos, no dejarse engañar y persuadir por quienes utilizan la mentira y el insulto, pero piden pañales tibios en la campaña política.

Por cierto, el problema no es solo de oportunidad política y presencia mediática, también se necesita de cerebro. La izquierda tiene esa dura prueba, la materia gris.

viernes, abril 25, 2008

Que otros paguen los costos de la crisis económica

Por Guillermo Mejía

La crisis económica globalizada resulta tan irónica en este país centroamericano que –como siempre- los costos tampoco pueden ser compartidos por quienes hacen su riqueza a la par de la paga de salarios miserables.

La gran empresa privada, con la anuencia del gobierno de turno y la incapacidad de respuesta de la oposición de izquierda, demarcó su postura: los salvadoreños tienen que asumir la carestía, sacrificarse a lo máximo, porque las ganancias no están en juego.

La Asociación Nacional de la Empresa Privada (ANEP) que dirigió una vez el presidente Elías Antonio Saca asumió demencia cuando a sus directivos les preguntaron sobre si estarían dispuestos a hacer un sacrificio a la par de los trabajadores salvadoreños.

Ese sacrificio equivaldría, por ejemplo, otorgar un ajuste salarial inmediato y acorde a las necesidades elementales de los salvadoreños que tan solo han experimentado un 20 por ciento de aumento en su salario básico en casi 10 años. El salario es menos de $200 mensuales.

Son muchos los ejemplos a escala internacional, Estados Unidos no es la excepción, donde las autoridades respectivas han tomado medidas de emergencia para responder a la crisis económica, tanto con ajustes como con subsidios.

Es en ese sentido que en la actualidad desde diversos sectores nacionales, incluidos los transportistas, los panaderos, los expendedores de gasolina, entre otros, se mantiene una discordia abierta con las autoridades frente a los altos costos.

En nombre de la libertad de empresa, el gobierno de turno ha resultado incapaz de controlar la subida de los precios de los productos básicos, las tarifas de servicios públicos, sumada la inoportuna dolarización que en casi nueve años sepultó la economía nacional.

En El Salvador se gana en dólares equivalentes a los mismos colones (moneda anterior), pero se gasta en dólares de verdad. La paradoja resultante no es broma.

Ahora que estamos en tiempos preelectorales sería oportuno que los candidatos presidenciales Rodrigo Avila, del derechista gobernante Alianza Republicana Nacionalista (Arena), y Mauricio Funes, del izquierdista Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (Fmln), dieran la cara en un debate público que tome en cuenta este tema.

Hasta ahora ninguno de los candidatos ha expuesto lo que pretende a ciencia cierta, sino más bien cada uno se ha enredado en un mismo y hueco discurso donde hasta el cansancio están hablando de combatir la pobreza, levantar la economía, etc., del diente al labio.

Claro que todavía hay tiempo para que hablen más en serio. Ojalá no pase mucho tiempo.

Los graves problemas que venimos afrontando –desde decenios antes de la última crisis del petróleo, por cierto, no podemos irnos por la tangente-, requieren de un esfuerzo patriótico titánico más allá de la retórica.

Hasta dónde los partidos políticos mayoritarios están dispuestos a concertar por el bien del pueblo y de la nación sería una respuesta necesaria, aunque tal vez incómoda, para medir si será más de los mismo por parte de Arena o la llegada de una izquierda sin ton ni son.

En casi veinte años de Arena hemos constatado cómo la izquierda ha servido, en muchas ocasiones, de contrapeso ante la maquinaria empresarial empecinada en sus ganancias y privilegios. Algunas veces también hay que aceptar que a la izquierda se le ha pasado la mano. Ahora cómo le iría a esa izquierda en el Ejecutivo si tendrá como contrapeso a una derecha que obviamente, ideologizada como es, le hará la guerra total desde cualquier instancia del Estado o de la empresa privada.

Y, en ese estira y encoge, qué gana el pueblo salvadoreño, cansado de esperar y víctima de un sistema deshumanizado. Que los contendientes vengan a cantar el mismo pregón de la esperanza y que vamos a estar mejor no calma las angustias cotidianas.

En ese marco, la ciudadanía salvadoreña debe estar alerta frente a las candidaturas presidenciales, en especial, y las de alcaldes y diputados, en general, para ver si el sistema partidario da un golpe de timón y vira hacia la concertación nacional.

No hay otro camino. O armamos el plan de nación o nos despeñamos con Arena y el Fmln, incluidos.

lunes, febrero 18, 2008

Agradecimientos por solidaridad demostrada

La familia de los periodistas Guillermo Mejía y Alberto Barrera, del equipo editor de Raíces, manifiesta su agradecimiento público por las muestras de solidaridad y cariño recibidas ante el recién fallecimiento de su madre Concepción Aracely Domínguez.

Nuestra querida Conchita partió a mejor vida el pasado 11 de febrero y sus restos fueron conducidos al Cementerio Jardines del Recuerdo, en San Salvador, el día 13.

Conocida la infausta noticia de su fallecimiento, nuestra familia recibió muestras de pesar y fortaleza espiritual, por lo que se encuentra infinitamente agradecida con familiares, colegas, compañeros de trabajo, etc., tanto dentro del país como del exterior.

Por supuesto, el equipo editorial de Raíces también se encuentra entre nuestros apoyos.

Gracias familia, colegas, compañeros y amigos.

Familias Mejía, Domínguez y Barrera.

lunes, enero 28, 2008


Reeditan El Asco en España (tan actual con la leperada de los diputados)

Por Guillermo Mejía

La reconocida TusQuets Editores recién reeditó El Asco: Thomas Bernhard en San Salvador del escritor salvadoreño Horacio Castellanos Moya, en España. Cabe señalar la vigencia del controversial contenido de esta novela por las cosas que pasan en El Salvador, en especial el abusivo aumento salarial de los “padres de la patria”.

Según se confirmó a Raíces, la editorial sacó a luz la nueva edición tomando en cuenta la calidad del trabajo y el hecho que Castellanos Moya es un escritor consagrado que tiene ya otros productos editoriales publicados en la prestigiosa empresa.

Castellanos Moya confirmó a Raíces la información desde su actual residencia en Pittsburg donde goza de una estancia, para su producción intelectual.

Sobre la reedición escribió Miguel García-Posada, del ABC español, que: “Con El asco, Horacio Castellanos (1957) ha conseguido hacer un libro que en pocos años se ha vuelto clásico. Pero no clásico para lectores adolescentes, como algún jaleado título de libros, amores y tigres, sino un clásico para lectores rigurosos, como rigurosa es la concepción y estructura del libro: terrible alegato en forma de monólogo contra el régimen político -la dictadura- de El Salvador y la sociedad crecida al calor del sórdido autoritarismo que durante años se apoderó de aquella república”.

“Publicada por primera vez en 1997 en una editorial salvadoreña, su durísima crítica contra el régimen y sus ramificaciones condujo de nuevo al destierro a Castellanos, según puntualizó Roberto Bolaño en la nota que cierra el libro, muy oportunamente recuperada para esta edición.”, añade.

García-Posada dice en otra parte: “Texto durísimo: se entiende, aunque no se justifica, la reacción de los sectores ultraderechistas, aunque tampoco la izquierda sale indemne de las acusaciones de Castellanos, como puede comprobarse en el adverso juicio contra el poeta comunista y procastrista Roque Dalton que, según es sabido, fue fusilado por la propia guerrilla.”

Una novela tan actual

El Asco ha aparecido no en pocas bromas en la sociedad salvadoreña luego de la inmoral conducta de los diputados que se recetaron aumentos que van de 1.800 a 2.900 dólares mensuales frente a la crisis económica nacional y los salarios de hambre.

Tan reprochable ha resultado la indolencia mostrada por el propio presidente Elías Antonio Saca frente a su bancada que se aferró con uñas y dientes a los aumentos como la forma en que reaccionó el candidato efemelenista Mauricio Funes que puso una denuncia personal ante la Asamblea donde salva la imagen de sus diputados por ser una “bancada honesta”.

O el hecho risible pero indignante de muchos de los diputados que optaron por la demencia, la sorpresa, la huida antes que dar la cara con gallardía y pedir perdón ante el pueblo. Los que dicen estar más arrepentidos y se desgarran las vestiduras –como el caso de la izquierda- ahora afirman que harán la “cuchumbiada” y se la entregarán a gente necesitada.

Del cinismo de gente de Alianza Republicana Nacionalista (Arena) o del Partido de Conciliación Nacional (PCN) mejor ni hablar. Es como reza el dicho popular: revolver más la inmundicia para que apeste, de más ASCO.

Vale la pena citar algunos fragmentos de la novela de Castellanos Moya, para ilustrar la forma en que concibió a nuestra “clase política” que guarda muchísima actualidad:
“Los políticos apestan en todas partes, Moya, pero en este país los políticos apestan particularmente, te puedo asegurar que nunca había visto políticos tan apestosos como los de acá, quizás sea por los cien mil cadáveres que carga cada uno de ellos, quizás la sangre de esos cien mil cadáveres es la que los hace apestar de esa manera tan particular, quizás el sufrimiento de esos cien mil muertos les impregnó esa manera particular de apestar, me dijo Vega.” (Pág. 26)

“Y cómo se desviven por aparecer en la televisión, Moya, es horrible, si encendés la televisión a la hora del desayuno en todos los canales aparece un estúpido haciéndole las mismas preguntas estúpidas a un político que únicamente responde estupideces, me dijo Vega. Como para morirse, Moya, como para vomitar el desayuno, como para arruinarte el día.” (Pág. 27)

“Por eso, en contra de mi voluntad, he tenido que ver y escuchar a esos políticos apestosos por la sangre de cien mil personas que mandaron a la muerte con sus ideas grandiosas, un tremendo asco me producen esos tipos tenebrosos que tienen en sus manos el futuro de este país, Moya, no importa si son de derecha o de izquierda, son igualmente vomitivos, igualmente corruptos, igualmente ladrones, se les nota en la cara la ansiedad por robar lo que puedan, unos sujetos realmente de cuidado, Moya, sólo necesitás encender el televisor para verles en la jeta la ansiedad por saquear lo que puedan a quien puedan, unos pillos con saco y corbata que antes tuvieron sus festín de sangre, su orgía de crímenes, y ahora se dedican al festín del saqueo, a la orgía del robo, me dijo Vega.” (Pág. 28)

Claro que hay más y de la buena. Sería un buen ejercicio ciudadano releer El Asco, máxime que estamos cerca de otro evento electoral y ya aparecieron los asquerosos.

sábado, enero 19, 2008

Apreciando El Salvador a 16 años de la firma de la paz

Por Guillermo Mejía

Cumplimos más de tres lustros de la firma de los Acuerdos de Paz, en Chapultepec, México, precisamente el 16 de enero, pero más que la coincidencia de las cifras lo que nos interesa en esta ocasión es hacer un acercamiento a cómo estamos luego del fin de la guerra fratricida.

Cada uno de los aniversarios precedidos siempre fue marcado por la aseveración desde la derecha gobernante de que los Acuerdos de Paz se cumplieron a cabalidad, conforme al calendario, y, por supuesto, somos ejemplo de éxito para la comunidad internacional.

La otra parte, la ex guerrilla convertida en partido político, hizo a su vez un juicio crítico muy al revés de la postura oficial: los Acuerdos no fueron cumplidos a cabalidad, existen muchos vacíos y sabotajes que mostraron la falta de compromiso con lo pactado y con el pueblo.

De los deudas, que obviamente no podemos ignorar, se destacan la precariedad y abandono en que quedaron los miles de ex combatientes de ambas partes que libraron la guerra de 12 años, así como el fracaso programado del Foro de Concertación Económica y Social.

A esas deudas podemos, a grandes rasgos, colocar por ejemplo: 1. La ineficacia del sistema judicial y sus órganos auxiliares; 2. La presencia de autoritarismo en cualquier instancia de la sociedad; 3. La falta de transparencia; 4. La ausencia de un periodismo crítico y ciudadano.

Claro que es una mínima lista de la camándula de males que nos agobian, por eso decimos que son ejemplos. Cuando hacemos un acercamiento a esa dura realidad nos encontramos que todos somos responsables, unos más que otros, pero al fin todos.

Unas joyitas al grano

En primer lugar, los partidos políticos como entes de representación del pueblo en el ejercicio del poder institucional no han variado mucho en cuanto a su proceder frente a lo que veníamos acostumbrados antes del conflicto armado.

Son instancias que velan por sus intereses particulares, o de sus dirigentes y mecenas, muy lejos de las reales necesidades de los salvadoreños en toda su extensión. Vale recordar cómo los políticos se reparten las instituciones al mejor postor.

Cualquiera no nos dejará mentir en cuanto a la desgracia en que continúa el sistema judicial y sus órganos auxiliares, por decir algo, y nos encontramos que en esa inmundicia se regodean la derecha y la izquierda. Con el agravante que la “izquierda revolucionaria” no dice nada.

En segundo lugar, carecemos para desgracia de nosotros mismos de una sociedad civil que realmente se ponga las pilas frente al abuso del poder y la rapacidad del mercantilismo que inclusive mantiene resentidos a sectores de la misma derecha.

Muchas de las organizaciones y entidades de profesionales realmente aún no demuestran independencia frente a partidos políticos, gobierno o empresas privadas, es decir poderes fácticos que secuestran lo que al pueblo le corresponden en una democracia real.

La bajada de la línea política aún prevalece frente a lo justo y adecuado, los deberes y derechos, la transparencia y equidad.

En tercer lugar, una cuestión también sumamente grave para el desarrollo democrático a 16 años de la firma de la paz es la ausencia de medios de comunicación que le apuesten al cambio socio-económico y político en el país.

Siempre en Raíces hemos estimado que la prensa nacional, en general, vive atrapada en la polarización política al igual que partidos y organizaciones donde prevalecen las visiones ideologizadas y los miedos putrefactos que impiden debatir con seriedad nuestros problemas.

La gente común que es dueña de la información y amerita contar con todos los puntos de vista de los diversos sectores de la sociedad, por supuesto incluida su voz, solamente es receptora de visiones sobre todo conservadoras y la ausencia de debate democrático.

Mal haríamos en querer ver que a 16 años de la firma de la paz en 1992 todo es color de rosa en El Salvador, lo más acertado es decir que aún nos falta mucho por recorrer hacia la ansiada democratización y la vigencia de un Estado de derecho. Pero, ojo, todos somos responsables.