martes, noviembre 27, 2018

Una lección histórica de la justicia contra la impunidad

Por Guillermo Mejía

Recientemente, conocimos la condena de un militar guatemalteco a más de cinco mil años por un crimen colectivo ocurrido durante la guerra civil y, aunque resulta simbólica porque la pena máxima a cumplir es de 50 años en la nación centroamericana, hay que reconocer el hecho frente a la impunidad reinante en El Salvador.

El soldado Santos López Alonzo, de 66 años, quien fue miembro del batallón contrainsurgente kaibiles, participó en el asesinato de 171 civiles, entre hombres, mujeres y niños, en el poblado rural de Dos Erres, ocurrido el siete de diciembre de 1982. El militar fue condenado luego de ser deportado de Estados Unidos.

“Fue sentenciado a treinta años por crímenes contra la humanidad y treinta años adicionales por casa una de las 171 víctimas”, relató The New York Times, además de ser acusado de secuestro y de adoptar a un niño de cinco años, Ramiro Osorio Cristales, cuya familia fue asesinada en la masacre. Osorio Cristales testificó en el juicio del ahora condenado a 5 mil 160 años de cárcel.

Según los relatos, López Alonzo participó en el operativo en busca de guerrilleros, pero “cuando la patrulla fracasó en encontrar a la guerrilla o a las armas, sacaron a los pobladores de sus hogares y violaron a muchas niñas, de acuerdo con los fiscales. Para encubrir las violaciones, asesinaron a casi todas las personas que vivían ahí”, publicó el rotativo.

Por si fuera poco, la masacre sucedió durante el régimen del genocida general Efraín Ríos Montt, que gobernó Guatemala de facto durante uno de los períodos más sangrientos dentro de la guerra civil de 36 años que culminó con un Acuerdo de Paz, entre el gobierno de turno y la guerrilla, en 1996.

Durante el conflicto armado guatemalteco se estima que murieron al menos 200 mil personas, mientras unas 45 mil quedaron desparecidas. La mayoría a manos de los militares y en menor cuantía de la guerrilla.

En El Salvador, este tipo de hechos debe hacernos reflexionar de cara al futuro frente a las deudas con la justicia que no han sido saldadas luego de 26 años del fin del conflicto armado que dejó unos 75 mil muertos y unos 8 mil desaparecidos, más la actual vorágine de violencia que cuenta cuando menos 4 mil muertes anuales y también miles de desaparecidos.

Al contrario de ciertos hechos ilustrativos en Guatemala, como la condena del soldado López Alonzo, en El Salvador han sido más las maniobras a favor de la impunidad. Ejemplo ha sido el crimen de los sacerdotes jesuitas y sus dos colaboradoras que, tras la derogatoria de la ley de amnistía, aún no se hace justicia.

Si bien el coronel Orlando Montano, quien fue extraditado de Estados Unidos hacia España para que responda por el crimen colectivo, en nuestro país solamente guarda prisión el coronel Guillermo Benavides y se llegó al extremo que durante el gobierno de Mauricio Funes, prófugo por delitos de corrupción y asilado en Nicaragua, escondieron en una guarnición militar a otros de los señalados en la masacre.

Es tan grave el caso de la impunidad en este país que en la actualidad de cara a la elección del nuevo fiscal general de la República, que iniciará su período en 2019, los partidos políticos, en especial Arena, Fmln y Gana, andan tras la búsqueda de un fiscal que les haga el favor de esconder las fechorías por las que algunos han sido señalados.

Y si pretenden que queden en la impunidad delitos como enriquecimiento ilícito, narcotráfico y lavado de activos, entre otros, ¿qué puede pasar con los crímenes de lesa humanidad arrastrados desde el conflicto armado e incluso muchos años antes de la guerra civil? Sépalo, los políticos salvadoreños sí le apuestan a la impunidad.

martes, noviembre 20, 2018

La lucha por la conquista política de los jóvenes en el espacio digital

Por Guillermo Mejía

En el panorama que se vive en la sociedad contemporánea, inmersa en la mediatización de la política y la presencia de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación en la vida cotidiana, los políticos han tenido que asumir los retos que conlleva conquistar a los jóvenes utilizando las herramientas digitales.

Los especialistas argentinos Lucas Malaspina y Mercedes Larosa señalan, en un artículo de opinión de la revista Nueva Sociedad, que en América Latina los jóvenes representan el 30 por ciento de la población y toman en cuenta al estrato de entre los 18 y 35 años, conocidos como la “generación de los Millennnials”, por los cuales se pelean los políticos.

“La tecnología tiene un rol primordial en sus vidas a la hora de interactuar socialmente, de consumir y de manifestar sus opiniones. Inevitablemente, esta nueva manera de socializar afecta su manera de politizar(se)”, afirman los investigadores.

“Se trata de una generación que se moldea a través de lo instantáneo y que, al mismo tiempo, parece tendiente a involucrarse con causas puntuales. Una generación que establece relaciones con los partidos y con estructuras orgánicas más laxas y equívocas”, agregan.

Según los autores, la vanguardia en la exploración y utilización de las nuevas herramientas en la política la desplegó Barack Obama en las elecciones de Estados Unidos, en 2008. Quedó demostrada la eficacia del uso de redes sociales como un factor importante para expandir mensajes y comunicarse con la ciudadanía de forma directa y dinámica.

“Además de tejer redes entre sus propios seguidores para fortalecer al núcleo duro en el que se basaban sus votos seguros. Mientras que el eje central en 2008 estaba enfocado en el uso de las redes sociales, en las elecciones de 2012 todo giró alrededor del big data, con el trabajo de un equipo multidisciplinario que analizó los datos demográficos, etarios, socioculturales y económicos de los probables electores de Obama con el fin de utilizar la microsegmentación”, explican.

En la primera elección obtuvo 66 por ciento de los votos de los jóvenes de 18 a 29 años, mientras que cuatro años después consiguió 60 por ciento, concluyen los estudiosos argentinos.

En América Latina, Malaspina y Larosa ponen como ejemplos los resultados electorales presidenciales en Argentina, Brasil y México, donde los jóvenes –una vez apáticos frente a la política- participaron activamente utilizando herramientas digitales: redes sociales y el canal de mensajería Whatsapp.

Pero, en América Latina, son sobre todo los partidos de derecha los que tienen mayor claridad sobre el uso de las redes sociales para enamorar a los jóvenes y, por ende, han incursionado con éxito.

“En cambio, los sectores de izquierda, progresistas o nacional populares, en general llegan con retraso a disputar poder en este terreno. Y es que este campo de acción estaba muy desestimado, por lo que quedó librado a las iniciativas individuales de sus propios militantes. Una razón posible por la que la derecha absorbió más rápido este know how puede hallarse quizás en la mayor cercanía de sus cuadros con el mundo corporativo”, advierten los expertos argentinos.

Sin embargo, no se puede caer en la ingenuidad de creer que las redes de por sí tienen que ver con la democracia y con una visión progresista de la sociedad, basta ver el caso brasileño donde triunfó Jair Bolsonaro, un racista, homofóbico y machista, que supo utilizar las herramientas digitales.

Sería muy interesante ver lo que pasa con los jóvenes y la apuesta de los políticos a través del entorno digital en el actual proceso electoral presidencial salvadoreño.

miércoles, noviembre 14, 2018

La Radio YSUCA de cumpleaños

Por Guillermo Mejía

Creada como un proyecto de radio universitaria y de vocación cristiana, especialmente por el recordado padre jesuita Ignacio Ellacuría, asesinado junto a sus hermanos de fe y dos mujeres integrantes de la comunidad por militares, en 1989, la emisora YSUCA cumplió 27 años de estar al aire bajo el lema “la voz con vos”.

Como integrante del primer grupo de profesionales de la comunicación que sentó las bases prácticas del proyecto en noviembre de 1991, y ahora como colaborador de artículos de opinión, me siento muy contento por la madurez que ha logrado la radio que insisto fue un sueño del ex rector Ellacuría que vio la luz dos años después del múltiple crimen.

En aquel equipo editorial y de producción estuvieron Walter Martínez Raudales, Oscar Venancio Ramírez, Fidel Toloza, Silvia Cartagena, Mirna Martínez, Otto Salamanca, Carlos Ayala, Guillermo Mejía. Obviamente, hay otros colegas y amigos que se escapan a la memoria a casi treinta años de los acontecimientos que dieron vida a la frecuencia 1420 de la Amplitud Modulada (AM).

La emisora surgió en los albores de la firma de la paz, que se concretó en enero de 1992 entre el gobierno de turno y la ex guerrilla del Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN). Luego del fin del conflicto armado de doce años, llegaron nuevos proyectos de comunicación alternativa como Revista Tendencias, el semanario Primera Plana, radios participativas, etcétera.

Se señaló a la YSUCA como una radio con perfil cultural universitario y de inspiración cristiana. “Nos definimos como una radio al servicio de las mayorías, las que por lo general han sido excluidas de los beneficios y han cargado con los sacrificios en la sociedad salvadoreña”, reza un documento donde se comprometieron con fomentar la participación y la expresión ciudadanas.

Durante los festejos por los 27 años de la emisora, fue coincidencia generalizada el deseo de periodistas, amigos y colaboradores porque se profundicen los cambios que se han perfilado de cara al futuro a fin de cristalizar ese compromiso con la sociedad salvadoreña en el marco del proceso de democratización y el respeto a los derechos humanos.

Particularmente, considero muy oportuno que YSUCA enriquezca su quehacer comunicativo e informativo con énfasis en un verdadero papel mediador donde se fomente la participación ciudadana -tan deficitaria en nuestra sociedad- se le apueste a la pluralidad de voces y se luche por los derechos a la comunicación y a la información.

Como bien señala el maestro español Javier del Rey Morató en las sociedades actuales y gracias a la presencia de los medios en la vida cotidiana, con lo que nos encontramos en democracias mediáticas, el periodista se torna en un ser legitimado por los ciudadanos para conocer de primera mano el ejercicio del poder.

Sin embargo, el problema, según Morató, es de desarrollo democrático de los medios de comunicación social. “En ese sentido, entre más profesionales y libres sean esos medios de comunicación social la influencia será reflejo de las demandas de los sectores sociales”, dice el profesor español.

La hoja de ruta está señalada para YSUCA. Confiamos en el trabajo tesonero del equipo editorial y de producción dirigido por el periodista Alberto Barrera que durante los festejos también anunció nuevos bríos a la radio y el mejoramiento del equipo técnico a fin de consolidar los presupuestos de una emisora comprometida con la sociedad salvadoreña. Felicidades a la YSUCA, “la voz con vos”.

martes, noviembre 06, 2018

Estados Unidos no puede asumir demencia en la crisis de los migrantes centroamericanos

Por Guillermo Mejía

Los Estados Unidos no puede negar su responsabilidad en el hecho de que miles de centroamericanos huyan en caravanas sorteando todo tipo de calamidades, dado la continua intervención de las administraciones norteamericanas, especialmente en El Salvador, Honduras y Guatemala, donde reina la corrupción, la violencia, el terror y la pobreza.

Es la denuncia del académico y crítico estadounidense Noam Chomsky en declaraciones al sitio informativo Democracy Now! al reaccionar contra la campaña antiinmigrante del presidente Donald Trump, que habló de una invasión de centroamericanos y amenazó con responder con fuerzas militares a lo largo de la frontera con México.

“Es interesante ver este delirio histérico junto a otra asombrosa campaña de propaganda que (John) Bolton y sus colegas están llevando a cabo con respecto a la caravana de gente pobre y miserable que huye de la opresión severa, la violencia, el terror y la pobreza extrema de tres países: Honduras –principalmente Honduras, en segundo lugar Guatemala, en tercer lugar El Salvador y no Nicaragua-”, dijo Chomsky.

“Por cierto, tres países que han estado bajo la dura dominación de Estados Unidos, desde hace mucho tiempo, pero particularmente desde la década de 1980, cuando las guerras de terror de (Ronald) Reagan devastaron particularmente El Salvador y Guatemala, en segundo lugar Honduras. Nicaragua fue atacada por Reagan, por supuesto, pero Nicaragua era el único país que tenía un ejército para defender a la población. En los demás países, el ejército eran los terroristas de estado, respaldados por los Estados Unidos”, recordó el académico.

Según el profesor de la Universidad de Arizona, es lógico que la mayoría de migrantes sean de Honduras –de donde se estima unos 8 mil- porque el país se volvió ingobernable desde el golpe de Estado propiciado por Estados Unidos, en 2009. A ellos se han unido cerca de 2 mil salvadoreños y un sinnúmero de guatemaltecos.

“Y tú tienes esta increíble farsa en marcha, que el mundo está mirando con total asombro: Pobres, miserables, familias, madres, niños, huyendo del terror y la represión, de los que somos responsables, y en reacción, están enviando miles de tropas a la frontera. Las tropas enviadas a la frontera superan en número a los niños que huyen. Y con una notable campaña de relaciones públicas, están asustando a gran parte del país al creer que estamos a punto de ser invadidos por, ya sabes, terroristas de Oriente Medio financiados por George Soros, etcétera”, denunció Chomsky.

Y sentenció: “Quiero decir, todo esto me recuerda a algo que pasó hace 30 años. Tal vez recuerden que en 1985, Ronald Reagan se ató sus botas de vaquero y se puso en frente de la televisión, llamando a emergencia nacional, porque el ejército nicaragüense estaba a dos días de marcha de Harlingen, Texas, a punto de abrumarnos y destruirnos. Y funcionó. Quiero decir, este espectáculo es casi indescriptible. Incluso aparte de notar de dónde vienen, los países en los que hemos estado involucrados de manera crucial en la destrucción”.

La coincidencia generalizada de expertos, observadores y periodistas que cubren el drama de los centroamericanos que huyen de sus países es que es la respuesta de la gente en naciones donde reina la corrupción, la violencia, el terror y la pobreza, frente a la incapacidad de las autoridades de contener las acciones de pandillas, narcotraficantes y el crimen organizado.

La Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (UCA) afirmó recientemente que “las caravanas no son del agrado de los Gobiernos de sus países de origen, porque muestran sus fracasos e incapacidades. Por eso, tanto el Gobierno hondureño como el salvadoreño recurren a justificaciones similares para eximirse de responsabilidad por el éxodo de su gente”.