martes, noviembre 06, 2018

Estados Unidos no puede asumir demencia en la crisis de los migrantes centroamericanos

Por Guillermo Mejía

Los Estados Unidos no puede negar su responsabilidad en el hecho de que miles de centroamericanos huyan en caravanas sorteando todo tipo de calamidades, dado la continua intervención de las administraciones norteamericanas, especialmente en El Salvador, Honduras y Guatemala, donde reina la corrupción, la violencia, el terror y la pobreza.

Es la denuncia del académico y crítico estadounidense Noam Chomsky en declaraciones al sitio informativo Democracy Now! al reaccionar contra la campaña antiinmigrante del presidente Donald Trump, que habló de una invasión de centroamericanos y amenazó con responder con fuerzas militares a lo largo de la frontera con México.

“Es interesante ver este delirio histérico junto a otra asombrosa campaña de propaganda que (John) Bolton y sus colegas están llevando a cabo con respecto a la caravana de gente pobre y miserable que huye de la opresión severa, la violencia, el terror y la pobreza extrema de tres países: Honduras –principalmente Honduras, en segundo lugar Guatemala, en tercer lugar El Salvador y no Nicaragua-”, dijo Chomsky.

“Por cierto, tres países que han estado bajo la dura dominación de Estados Unidos, desde hace mucho tiempo, pero particularmente desde la década de 1980, cuando las guerras de terror de (Ronald) Reagan devastaron particularmente El Salvador y Guatemala, en segundo lugar Honduras. Nicaragua fue atacada por Reagan, por supuesto, pero Nicaragua era el único país que tenía un ejército para defender a la población. En los demás países, el ejército eran los terroristas de estado, respaldados por los Estados Unidos”, recordó el académico.

Según el profesor de la Universidad de Arizona, es lógico que la mayoría de migrantes sean de Honduras –de donde se estima unos 8 mil- porque el país se volvió ingobernable desde el golpe de Estado propiciado por Estados Unidos, en 2009. A ellos se han unido cerca de 2 mil salvadoreños y un sinnúmero de guatemaltecos.

“Y tú tienes esta increíble farsa en marcha, que el mundo está mirando con total asombro: Pobres, miserables, familias, madres, niños, huyendo del terror y la represión, de los que somos responsables, y en reacción, están enviando miles de tropas a la frontera. Las tropas enviadas a la frontera superan en número a los niños que huyen. Y con una notable campaña de relaciones públicas, están asustando a gran parte del país al creer que estamos a punto de ser invadidos por, ya sabes, terroristas de Oriente Medio financiados por George Soros, etcétera”, denunció Chomsky.

Y sentenció: “Quiero decir, todo esto me recuerda a algo que pasó hace 30 años. Tal vez recuerden que en 1985, Ronald Reagan se ató sus botas de vaquero y se puso en frente de la televisión, llamando a emergencia nacional, porque el ejército nicaragüense estaba a dos días de marcha de Harlingen, Texas, a punto de abrumarnos y destruirnos. Y funcionó. Quiero decir, este espectáculo es casi indescriptible. Incluso aparte de notar de dónde vienen, los países en los que hemos estado involucrados de manera crucial en la destrucción”.

La coincidencia generalizada de expertos, observadores y periodistas que cubren el drama de los centroamericanos que huyen de sus países es que es la respuesta de la gente en naciones donde reina la corrupción, la violencia, el terror y la pobreza, frente a la incapacidad de las autoridades de contener las acciones de pandillas, narcotraficantes y el crimen organizado.

La Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” (UCA) afirmó recientemente que “las caravanas no son del agrado de los Gobiernos de sus países de origen, porque muestran sus fracasos e incapacidades. Por eso, tanto el Gobierno hondureño como el salvadoreño recurren a justificaciones similares para eximirse de responsabilidad por el éxodo de su gente”.

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