martes, abril 16, 2019

La comunicación alternativa frente a la incertidumbre

Por Guillermo Mejía

Las dos primeras décadas del siglo veintiuno nos dejan un mundo que nos mueve a la preocupación y, por supuesto, muchas preguntas, miedos, confusiones, indignación e inseguridad ante el futuro, particularmente en América Latina donde las posibilidades de construir democracia están en crisis.

Esa es la perspectiva del belga Humberto Vandenbulcke, asesor de la Asociación Latinoamericana de Educación Radiofónica (ALER), que –ante los problemas que enfrentamos- cree oportuno el papel de la comunicación alternativa a fin de contextualizar los acontecimientos actuales, para avanzar en la creación de otro planeta.

“La comunicación alternativa debe combatir la degeneración de la democracia promoviendo el montaje de amplias mesas de debate público sobre temas cruciales relacionados a la vida, la sociedad, la naturaleza, desde las comunidades, desde las realidades concretas de la población”, afirma el experto.

Y agrega: “En ese ejercicio comunicativo se iría renovando el contrato social entre Gobierno y población. En nuestro plan de vuelo, los gobiernos que no construyen sus políticas públicas sobre una plataforma amplia de participación y de apoyo por la sociedad civil no pueden ser sostenibles”.

En ese sentido, Vandenbulcke ha presentado su libro “Comunicar la Esperanza: Camino al buen (con)vivir”, editado por ALER en 2017, donde narra una serie de prácticas alternativas basadas en este nuevo paradigma que cuenta con ricas experiencias en la transición hacia modos auténticos de vivir y convivir, tanto en lo personal, en sociedad y el globo.

En ese viaje, según el autor, transitamos hacia un mejor futuro y “al mando de la nave tenemos tres actores interrelacionados y en complicidad: la ciudadanía, la empresa y quienes gobiernan. La tarea común es modelar, con esfuerzos aunados, el camino hacia el futuro”.

“Los tres pilotos conciertan un pacto social ecológico, con el compromiso de soñar juntos propuestas que desplacen sistemas insostenibles. Pensar ciudades y cambios viables para la convivencia, impulsar una economía social y ecológica, y promover nuevos estilos de vivir, producir y consumir”, añade.

La acción política de los gobiernos será democrática y estará al servicio de ese gran proyecto, en diálogo con la población, direccionando las empresas e instalando normas y leyes como sustento de las múltiples iniciativas alternativas, en la consolidación de una economía social y ecológica.

“Todas las personas son llamadas a participar activamente en la transformación de la realidad. Los miedos y la desesperanza que arropan a la humanidad en este cambio de época, se combaten haciendo la pelea por la esperanza. La comunicación alternativa promueve la esperanza”, señala.

“La comunicación que acompaña y estimula la realización de ese proyecto de sociedad se hace con comunicadores/comunicadoras que cultivan la sensibilidad por la gente, los derechos humanos y del planeta. Son personas que optan por sumergirse con pasión en los procesos de cambio que restablecerán el equilibrio y la armonía en el mundo”, recalca.

Buen aporte del experto Humberto Vandenbulcke, en especial para la sociedad salvadoreña que estrenará gobierno el uno de junio: ¿Habrá cambio o será más de lo mismo?

Feliz Semana Santa, momento de reflexión y esparcimiento.

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