martes, abril 09, 2019

La bomba de tiempo de las miserables pensiones

Por Guillermo Mejía

Con mucha expectativa se ha visto la reciente marcha “No más AFP” en Chile, país del que los empresarios y políticos salvadoreños copiaron el nefasto sistema previsional privado que hace de las suyas de los fondos de los trabajadores para engordar sus ganancias, mientras condena al usuario a pensiones de miseria.

El sistema de las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) fue impuesto en Chile, en 1980, por iniciativa del que fuera ministro de Trabajo y Previsión Social, José Piñera, hermano del actual presidente Sebastián Piñera, y en El Salvador la Asamblea aprobó la ley, pese al descontento popular, en 1996.

Como reseñó el periodista chileno Andrés Figueroa Cornejo en aquel momento era tan complicado el tema de que “ni siquiera el dictador (Augusto Pinochet) accedió a que la fórmula del economista liberal ortodoxo José Piñera se implementara en las Fuerzas Armadas por el temor de provocar descontento en la ‘familia militar’”.

Según el colega, “con las AFP, las y los trabajadores terminan con pensiones de hambre y que, en el mejor de los casos, mensualmente alcanza a un tercio del último sueldo obtenido como empleado activo. De cada trabajador es obligatoriamente retirado de manera automática un 13% de su salario, del cual un porcentaje significativo se juega en el casino especulativo bursátil”.

Las decisiones sobre los recursos de la gente son tomadas por los financieros, sin anestesia. “Especialistas de la salud mental, entre otras variables, han asociado el suicidio de las personas de la tercera edad a la depresión feroz causada por la miseria que sufren por los montos de sus pensiones”, advirtió Figueroa Cornejo.

La sindicalista chilena Orietta Fuenzalida, de la Coordinadora “No más AFP”, la reciente protesta popular en Santiago de Chile es “el hito inicial de 2019 que expresa nuestro rechazo a la propuesta previsional que el gobierno pretende realizar en el corto plazo y que favorece todavía más al capital en desmedro del trabajo”.

“Las organizaciones sociales aquí reunidas no permitiremos que la reforma de la extrema derecha prospere. El Estado y sus administraciones de turno, sistemáticamente buscan arrebatarnos los escasos derechos que nos quedan. Sin embargo, no cejaremos en el objetivo justo de conquistar una verdadera seguridad social para nuestro pueblo”, agregó.

En El Salvador las nuevas pensiones han dejado desnudo al sistema previsional, que ha tenido varios parches por intereses fiscales de los gobiernos de turno, al grado que muchos trabajadores en edad de retiro han desistido de la medida al darse cuenta que el monto de su pensión es una parte miserable de su salario.

La Universidad Centroamericana “José Simeón Cañas” publicó un editorial donde denuncia el énfasis que se hace sobre que la crisis de las pensiones solamente es responsabilidad de los gobiernos de turno, desde Tony Saca al presente, por haber tomado los ahorros de los trabajadores para paliar sus problemas fiscales.

“Los que solo culpan al Estado han escondido antes y siguen escondiendo hoy que la sustitución del sistema público y de reparto por uno de ahorro privado constituye una estafa para los trabajadores y supone un enorme endeudamiento para el Estado. Tan grande que no se ha podido cuantificar con exactitud, pero algunos estudios lo estiman en 20 mil millones de dólares”, señaló la UCA.

Y añadió: “En contraste, de acuerdo a datos de la Superintendencia del Sistema Financiero, desde que se fundaron en 1998 hasta el año 2017, las AFP han ganado $1,748.2 millones. Así, los beneficios de las AFP en 2016 equivalieron al 53% de su patrimonio neto, el segundo mayor de la región. Por contrapartida, el fondo acumulado de pensiones de los trabajadores registró un rendimiento promedio anual del 2.6%, el más bajo entre todos los países de la región”.

Los chilenos mantienen la lucha contra el despojo, excelente ejemplo para los salvadoreños.

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