martes, octubre 23, 2018

Alma Guillermoprieto: Los periodistas hacemos falta

Por Guillermo Mejía

La reconocida periodista mexicana Alma Guillermoprieto reivindicó la profesión periodística y reconoció a los colegas periodistas asesinados en el cumplimiento de sus tareas informativas, durante un emotivo discurso al recibir el Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades 2018.

Guillermoprieto, nacida en México, en 1949, se inició como periodista “freelance” en La Habana, en 1978, donde impartía clases de danza, y se consagró como reportera cubriendo los conflictos de América Central para los diarios The Guardian y The Washington Post, siendo muy recordada por su trayectoria en El Salvador.

“Desde ese mismo día del anuncio del premio supe también que en mi caso no me tocaba cargar yo sola con este galardón gigante, sino que se me daba como reportera que soy, una entre muchos”, dijo la periodista.

“Y me alegra infinitamente este reconocimiento a un oficio al que solo se entra con grandes sueños e ilusiones: ver el mundo, cambiar la historia, ser heroicos. La realidad es más estrecha: se gana poco; en estos tiempos en que el mundo ha entrado en revolución tecnológica, cibernética, científica, no tenemos certezas en que apoyarnos y el mundo nos quiere mal; se trabaja de sol a sol—aunque eso nos gusta, en realidad—hay una gran confusión en cuanto a cuál debe de ser nuestro papel, y en todo esto, somos el fiel reflejo de la sociedad en general. Y sin embargo, y por lo mismo que existe tanta confusión, hacemos falta”, añadió Guillermoprieto.

Según la Premio Princesa de Asturias de Comunicación y Humanidades, vivimos en un mundo en el que las grandes potencias se involucran en las decisiones de países más pequeños, se trafica con niños; a los migrantes que llegan desesperados a nuestras fronteras se les vuelve a lanzar de una patada al mar o al desierto, es un mundo en el que hacen falta los periodistas para contar los horrores.

“También es un mundo en el que urge prepararnos para tomar decisiones éticas terribles: la vida generada en un laboratorio, ¿es vida? ¿Se deben regular las investigaciones que llevarán a la creación de una inteligencia artificial superior a la humana?”, se preguntó.

“¿Cómo se enterarían ustedes de estos y todos los demás hechos y retos que ocurren fuera de su entorno inmediato sin nosotros, los reporteros? Sin los medios, el mundo viviría en una especie de siglo XI, aislado cada quién en su villorrio o su castillo, igual de ignorantes los dos, convencidos de que son tan reales las sirenas como los rinocerontes. Sin un periodismo poderoso, bien financiado, respetado por los gobiernos, el mundo moderno, el mundo entrelazado, sería imposible”, continuó.

“Este año han sido asesinados 45 reporteros, porque a alguien no le gustó lo que dijeron de él”, denunció, entre estos su amigo Javier Valdez. “Estos asesinatos, siempre impunes, matan un poco no sólo a la víctima sino a todos los que lo rodean, y claro, esa es también la intención. Matan a uno para intimidar a todos”.

“Sin embargo, estoy aquí para decir que donde matan a uno, a la larga suelen surgir dos, o por lo menos otro. Y que si antes intentaba disuadir a los jóvenes que me decían que querían ser periodistas, porque el peligro es mucho, porque los cambios tecnológicos, porque se gana poco, porque... ay, por qué no hacer algo más fácil y vivir tranquilos. Hoy sin embargo les digo, háganle, dénle nomás, porque contamos la historia del mundo todos los días. Porque dejamos constancia de lo que otros quieren tapar. Porque somos el antídoto de las redes sociales con su inmediatez y su potenciación de la rabia. Porque hacemos falta. Porque sí se puede ver el mundo, porque no podremos enderezar la historia, pero sí contarla, ser heroicos. Porque el futuro de este oficio lo están inventando hoy los colegas que vienen llegando, y a ustedes les aguarda un oficio generosísimo, que les ofrecerá tesoros a cada vuelta”, expresó emocionada Alma Guillermoprieto.

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