lunes, marzo 28, 2011

La espectacularidad a la carta: Escenario o invisibilización

Por Guillermo Mejía

Algunos eventos acontecidos en días recientes comprueban en la práctica periodística el robo del escenario o la invisibilización, de acuerdo con intereses particulares, ideológicos, mercantiles, entre tantos, con lo que el sistema mediático nacional sigue atrapado en la instrumentalización de los receptores, amén de la ausencia de estos últimos en los procesos de información y opinión.

De hecho, la espectacularidad llegó al clímax con la visita del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, el 22 y 23 de marzo pasados, si no veamos la forma en que los medios de comunicación en general le dieron cobertura. Sin mayor profundidad, en menoscabo del meollo del asunto tratado, como una estrella que contagia con su propia luz.

En cambio, la invisibilización mediática llegó al punto más álgido con la nula o escasa cobertura de lo que pasa desde hace dos semanas con las protestas rurales y urbanas de los maestros de Honduras, en la lucha que mantienen por la pérdida de reivindicaciones y el estatuto docente. Al grado que murió una profesora, mientras otros han sido vapuleados y reprimidos en las calles.

A nadie escapa –y los periodistas sabemos muy bien eso- que hubo y hay una forma determinada de atención o desatención de los medios según el cristal con que miran. Claro que con eso no estoy diciendo que la visita de Obama era algo secundario para la sociedad salvadoreña, lo que sí no podemos apartar del análisis es la manera del tratamiento informativo y opinativo.

Al prestar atención al fenómeno en el caso de Obama se infiere que si bien los medios de comunicación tradicionales mantuvieron la expectativa antes y en el primer día de visita, la intencionalidad posterior cambio al grado que hubo recelo por la visita a la cripta del obispo mártir, Monseñor Oscar Arnulfo Romero, mientras concluyeron que hubo mucho ruido y pocas nueces.

En la misma dirección, el caso de las protestas y su represión en Honduras –de lo que poquísimo se conoce en los medios de comunicación nacionales, por no decir nada- de forma deliberada o se esconde o se deforma, tal como ocurrió cuando la derecha y los militares sacaron en pijamas al derrocado presidente Manuel Zelaya, hace casi dos años.

Para nadie es secreto la crisis profunda en que se desenvuelve la sociedad hondureña desde aquella madrugada del 28 de junio de 2009 cuando Zelaya fue expulsado en un avión hacia Costa Rica, pero lo que pretenden los políticos y los medios de comunicación tradicionales hondureños precisamente es la invisibilización del problema, al igual que sucede en El Salvador.

En eso también hay que tomar en cuenta el papel que ha jugado la política exterior de El Salvador, encargado por Estados Unidos, sobre la “necesidad” de que el gobierno de Honduras sea reconocido por la comunidad internacional y regional a fin de que el país llegue a la “normalidad” en momentos de descontento social y la explosión de la violencia delincuencial.

Con eso podemos decir que desde el espacio mediático existe muy poco aporte a la comprensión de nuestra realidad nacional y centroamericana, y es una lástima que en pleno Siglo XXI sigamos atrapados en conceptualizaciones añejas, en lugar de dar un salto por la misma obligación de los medios y los periodistas hacia sus auditorios y el derecho a la información que debe prevalecer.

En suma, muy caro pagan los receptores la condición en que están gracias a la espectacularidad o la invisibilización que se reparte desde el sistema mediático, así como esa ausencia manifiesta de esos receptores en el mismo espacio también gracias a la falta de responsabilidad y consciencia sobre la necesaria presencia en la discusión pública de los asuntos que competen a la ciudadanía.

4 comentarios:

Carlos Abrego dijo...

Estimado Guillermo, me parece excelente tu artículo, pues expone de manera muy sencilla y comprensible postulados teóricos de la teoría de la información y ejemplificás con algo muy concreto e inmediatamente aprehensible por todos.

Guillermo Mejia dijo...

Gracias por tu comentario, hermano, y siempre sigo tus valiosos escritos. Saludos.

CHINCHERAMENTE dijo...

Excelente recuento Guillermo, retomo tus ideas para hacer cruces y analisis. Muy buen aporte, maestro de la vida y de la academia. Toda mi amistad.

Guillermo Mejia dijo...

Chivo, hermano. Gracias por tus comentarios y, como siempre, tus muestras sinceras de amistad, acordate que son reciprocas. Saludos, seguimos en contacto.