La comunicación en la educación (más allá de lo formal)
Por Guillermo Mejía
Con toda la discusión reciente en torno a la relación entre jueces y periodistas, cabe hablar sobre el papel de lo mediático en ese gran esfuerzo de los procesos de educación no formal que trasciende a lo enseñado-aprendido en las aulas. Las horas que pasa el alumno –o cualquier ciudadano- en los medios de información, potenciados por Internet, son muchas.
A lo largo de la historia contemporánea, los especialistas han ubicado las varias versiones del maestro en su función pedagógica: la comunicación como control, el papel del maestro-actor, el educador como tecnólogo, la incorporación de los recursos audiovisuales y ahora las nuevas tecnologías de información y comunicación.
El maestro y pedagogo argentino, Daniel Prieto Castillo, nos señala que, sin embargo, no debemos soslayar en esa relación comunicación-educación lo que significa la educación no formal: “Me refiero al intento de horizontalizar las interacciones, de romper el esquema del emisor privilegiado para dar lugar a la palabra y la relación de todos con todos”.
“El recurso más difundido en este sentido es el taller. Usamos el término ya con mucha soltura y nos preguntamos, frente a cualquier curso, si se lo organizará a la manera de un espacio en que todos trabajen y aporten lo suyo. El taller ha sido definido como un camino a la democratización, a la ruptura del poder, a la cooperación y a la construcción grupal de conocimientos y de sentido”, explica.
Se trata de un trabajo dinámico, dialógico, cooperativo, donde la posibilidad del aprendizaje está en el grupo no en los sujetos individuales. Todos podemos aportar, todos podemos aprender. “Se requiere el trabajo con los textos, con el contexto, con los aportes científicos para enriquecer lo que cada uno ha vivido y expresa en determinado momento”, nos dice el autor.
Con respecto a la función política de lo mediático, en su papel de actor privilegiado, qué bueno sería dentro de la educación no formal que los sujetos receptores tuvieran acceso a clarificar el sentido a partir de procesos comunicativos participativos, a fin de ser educados en la lectura de lo mediático y la urgente necesidad y derecho que tenemos como seres humanos a la comunicación.
De ahí que Prieto Castillo haga énfasis en la transformación: “No se construyen conocimientos como quien está haciendo un edificio o algo fuera de sí mismo. Uno construye precisamente en sí mismo. Por lo tanto, en el terreno de la educación, construir es construirse. Y uno se construye no sólo a través de conocimientos. Lo hace por el arte, por el juego con el propio cuerpo, por las interacciones (…)”.
En ese sentido, la transformación adquiere sentido en cuanto se sostiene en la apropiación de la propia historia personal y en una autovaloración, en la riqueza de las interacciones, en el aprendizaje con los demás, en la proyección hacia el futuro. La comunicación es la parte fundamental, lo demás son los recursos o medios tecnológicos para su acceso (recursos audiovisuales, nuevas tecnologías, etc.)
Prieto Castillo nos recuerda que el hecho educativo es profundo, esencialmente comunicacional, pues la relación pedagógica es en su fundamento una relación entre seres que se comunican, que interactúan, que se construyen en la interlocución. El eje de la educación es la comunicación humana, una relación con el otro. La educación está en relación con la comunicación.
“Cuando hago esta propuesta en torno a una comunicación que nos permita el autorreconocimiento, la interacción y la proyección, me sitúo en las críticas que se vienen haciendo en nuestro tiempo al intento de centrar transformaciones en el juego de las innovaciones tecnológicas o en la creencia, tan corriente, de que estar más informado es estar transformado”, nos advierte el especialista.
Aunque reconoce que es necesario actualizar conocimientos, sí hay que tomar en cuenta que “si a ellos no sumamos un trabajo directo con nuestra condición humana, difícilmente podamos llenar los vacíos de autovaloración, de interacción y de proyección con los mejores aportes de la ciencia”. La apropiación de los conocimientos debe ir a la par de un proceso de enriquecimiento de las relaciones sociales.
En fin, nos hace falta trecho para llegar al estadio en que los medios de comunicación superen la condición de emisores privilegiados y que, al contrario, coadyuven en los procesos de educación no formal fomentado la participación, la pluralidad, la construcción de ciudadanía y la opinión pública crítica. Y que también eso se refleje en las aulas.
1 comentario:
Construcción del conocimiento: Universidad de Salamanca, España.
Le saludo con respeto y le comento que soy una profesora que lleva a cabo su tesis doctoral titulada: La moderación a través de chat y su relación con la participación y construcción del conocimiento; en la Universidad de Salamanca, España.
Solicito su apoyo contestando la encuesta que anexo y que forma parte de la tesis antes señalada. La encuesta se está aplicando simultáneamente a profesores que imparten la asignatura o similar de taller de radio en 205 facultades de comunicación de América Latina.
Estoy contactando con profesores que impartan o hayan impartido en el semestre inmediato anterior la asignatura de Taller de radio I o II, producción radiofónica I o II o realización radiofónica o materia a fin. Además de buscar su apoyo contestando el cuestionario, se integrará un banco de datos de los profesores que a nivel latinoamericano impartimos dicha materia; banco que me comprometo a enviarle una vez quede integrado.
Les agradeceré enormemente si pudiesen dedicarme algo de su valioso tiempo, contestando el cuestionario que anexo a la presente, así como distribuirlo entre compañeros docentes que conozca usted y que impartan las asignaturas antes mencionadas.
Le agradeceré, de nuevo, enormemente el apoyo que pueda brindarme, muchas gracias anticipadas.
Mtra.Marcela Martínez Preciado.
Universidad de Sonora, México.
mmartinez@sociales.uson.mx
solicite el cuestionario al correo vozradio2010@gmail.com
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