domingo, septiembre 06, 2009

Los retos a vencer a partir de los cien días

Por Guillermo Mejía

El asesinato del periodista franco-español Christian Poveda a manos de supuestos pandilleros puso la tapa al pomo. No es como maliciosamente algunos dicen que se hace bulla porque se trata de un extranjero, ya que los crímenes diarios suman hasta 12 víctimas con lo que El Salvador es el país más peligroso del globo.

Poveda, que muy joven cubrió la antesala del conflicto (1980/1992), en los últimos años trabajó de lleno en la comprensión del fenómeno de las “maras”, a las cuales documentó en su trabajo fílmico “La vida loca” a fin de llamar la atención sobre el caso, al grado que creía firmemente que era necesario buscar la paz entre las pandillas y el gobierno de Mauricio Funes.

En ese intento perdió la vida de manera brutal. Un día antes de su asesinato, Poveda dijo a un colega del periódico virtual alternativo “Raíces” que estaba muy preocupado porque la locura se había apoderado de las “maras” y que cada vez estaba más lejos un arreglo político al problema. Los pandilleros violentos han desplazado a los que deseaban un acuerdo de paz.

El legado de Christian Poveda no puede quedar en vano. A los homenajes póstumos hay que agregarle la firme y diligente consecuencia de las autoridades gubernamentales, onges, gobiernos amigos, empresarios privados, gremios, entre otros, en la búsqueda inmediata de alternativas realistas que atajen el fenómeno de la delincuencia.

Aunque es un problema heredado de la pasada guerra civil y la posguerra, aderezado con 20 años de un proyecto político derechista excluyente, el gobierno de Mauricio Funes tiene que lidiar con este gravísimo problema que se torna –frente al otro de la crisis económica- en el talón de Aquiles de su administración.

Los estudios de opinión pública que han salido ante los primeros 100 días de la gestión de Funes precisamente hablan de la inseguridad y la crisis económica como los problemas que agobian a los salvadoreños. Si bien vale pensar acerca de las razones de los problemas, estos ameritan que se les entre de lleno y en serio.

Para eso se necesita de la colaboración de todos alrededor de una política criminal integral, tal como antes se sugirió a los gobiernos de Alianza Republicana Nacionalista (Arena) que, muy al contrario, siempre privilegiaron la represión, mientras su porte excluyente hizo más pobres a los pobres y más ricos a los ricos.

El presidente Funes ha salido a decir que no se ha comprometido a hacer los cambios en cien días, que 20 años de gobiernos “areneros” han heredado cantidad de situaciones que hay que revertir por el bien de la gente; en otras palabras, los cambios se cocinan con tiempo. De ahí que medidas puntuales han comenzado a aparecer.

Sin embargo, los problemas urgentes –como la inseguridad y la crisis económica- necesitan respuestas contundentes. El éxito de la primera administración de izquierda estriba en que la gente aprecie verdaderos cambios. Qué bueno sería para todos que esos males se revirtieran en el país. Sería un merecido reconocimiento al legado del colega Christian Poveda.

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