miércoles, agosto 22, 2018

La prensa libre te necesita

Por Guillermo Mejía

Esa fue la frase que acompañó a unos 350 periódicos estadounidenses que plantaron cara al presidente Donald Trump y a sus funcionarios que, como él, ven en los periodistas a sus peores enemigos por el hecho de cuestionar sus políticas y hacer preguntas incómodas hacia el ejercicio del poder.

“Hoy en los Estados Unidos tenemos un presidente que ha creado un mantra de que los miembros de los medios que no apoyan flagrantemente las políticas de la administración actual de Estados Unidos son el ‘enemigo del pueblo´”, expuso en un editorial el rotativo The Boston Globe, impulsador de la campaña.

“Con el presidente constantemente twitteando ´noticias falsas’ a través del megáfono más grande del mundo, un frente unido de los que están sobre el terreno es bienvenido”, escribió Pete Vernon, de la Columbia Journalism Review, que resaltó el papel de los periodistas de medios de comunicación comunitarios que además afrontan la crisis económica.

The New York Times, que acompañó la protesta, recordó que “En 1787, el año en que la Constitución de Estados Unidos fue aprobada, es ampliamente conocido que Thomas Jefferson le escribió a un amigo: ‘Si tuviera que decidir si debemos tener un gobierno sin periódicos o periódicos sin gobierno, no dudaría en preferir lo segundo’”.

Luego expuso que “En 2018, los ataques más dañinos provienen de funcionarios del gobierno. Criticar a los medios –por darles menos o más importancia a las noticias, por equivocarse en algo- es completamente correcto. Los reporteros y editores son humanos y cometen errores. Corregirlos es crucial para nuestro trabajo”.

“Sin embargo, insistir en que las verdades que no te gustan son ‘noticias falsas’ es peligroso para el alma de la democracia. Y decir que los periodistas son los ‘enemigos del pueblo’ es peligroso”, advirtió The New York Times.

La actitud de los periódicos gringos que protestaron ante Donald Trump contrasta con el silencio cómplice que ha mantenido el sistema de medios de comunicación salvadoreño ante las acusaciones de que periodistas recibieron fondos de Casa Presidencial, durante el gobierno de Tony Saca, sobornos que continuaron en el gobierno de Mauricio Funes, prófugo de la justicia.

Aunque se ventila la existencia de una lista de periodistas que recibieron paga por hablar bien del gobierno, un testigo criteriado en el juicio por corrupción contra Saca y sus secuaces solo señaló al chileno Nacho Castillo, entrevistador de televisión, y al nicaragüense Gabriel Trillos, director editorial de La Prensa Gráfica, de ser periodistas tarifados.

Ambos negaron las acusaciones y siguen desarrollando sus labores normalmente, aunque la ciudadanía merece una respuesta oficial de las empresas informativas ante tales señalamientos que desdicen de la profesión periodística y fortalecen la impunidad en la sociedad salvadoreña.

Estos vicios se unen al uso inadecuado del derecho de información por parte de los medios que espectacularizan la violencia, la política, en fin la información que necesita la población para afrontar la incertidumbre y responder a los desafíos que impone la realidad. Igual sucede con la ausencia de la mayor cantidad de interpretaciones sobre los acontecimientos.

Sin embargo, sabemos que una de las limitantes de la sociedad es que aún no se ha empoderado de cara al derecho a la información y la comunicación, ya que falta formación política, mientras es un hecho que el ciudadano anda en la búsqueda de respuestas a otros problemas que le son más importantes.

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