miércoles, mayo 23, 2018

La sociedad del siglo XXI: Más que informada entretenida

Por Guillermo Mejía

Cuando florecen las nuevas tecnologías de la información y la comunicación y el periodismo goza de ventajas en tiempo y espacio gracias a esos acelerados avances, inconcebibles hace unas tres décadas, existe el riesgo que la sociedad se vuelva cada vez más indefensa ante la ausencia de verdadera información.

Es una de las advertencias de la veterana periodista española Rosa María Calaf, en declaraciones al periódico español Público, frente a la imposición de un modelo periodístico que dista de responder al derecho a la información, pilar de toda sociedad democrática, y que se decanta por el entretenimiento.

“Estamos en un momento de incertidumbre donde la ciudadanía cree que está informada cuando está solo entretenida, en realidad”, consideró la que fuera corresponsal de la Televisión Española. “Y eso es muy grave. La calidad de la información que recibes es tan aceleradamente deteriorada que puede construir una sociedad muy indefensa”, añadió.

Al preguntársele sobre el hecho que “los ciudadanos creen que saben”, respondió: “Claro, esa es la falacia. Porque si no sabes, intentas saber. Pero cuando ya te han convencido de que sabes todo, te das por satisfecho”.

“Crees que con tantas pantallas, Twitter y Facebook ya es suficiente. Primero, eso no es verdad. Y segundo, piensa con qué calidad recibes la información. La información es cada vez más sesgada, menos independiente y menos rigurosa. Y así la ciudadanía se forma opinión en base a errores o mentiras”.

“Una serie de parámetros extraordinariamente peligrosos porque con esa opinión tienes mucho riesgo de equivocarte y, en consecuencia, las decisiones que vayas a tomar van a afectar a ti, a tus hijos y a la construcción del mundo”.

Rosa María Calaf reivindicó al periodismo como “pilar fundamental de la construcción social y del modelo social” y, en ese sentido, le reclamó responsabilidad e insistió en que “una sociedad que no está bien informada corre el riesgo de equivocarse al tomar decisiones”, como el hecho que “acabas decidiendo en contra de tus intereses, pero a favor de los intereses de unos pocos”.

La galardonada periodista española, nacida en Barcelona, puso ejemplos como la relación de los europeos con el presidente estadounidense Donald Trump y la salida de los británicos de la Unión Europea donde los medios “han difundido una cantidad de mentiras tremendas y están haciendo un proceso de (en)cerrar a la gente en burbujas”.

Calaf lamentó lo que considera condiciones de precariedad en que trabajan los periodistas, una manera de control, porque “si tus redactores trabajan en situación de estrés y angustia el resultado tendrá peor calidad”, lo que lleva a dos conclusiones: Ningún respeto por la profesión y ninguna voluntad de excelencia informativa.

“Vender que la precariedad fue producto de la tecnología o de un momento económico es una cortina de humo. Lo que existe detrás es una voluntad de que las redacciones no hagan el periodismo que deben hacer, el riguroso y de investigación”, afirmó.

Los periodistas caen en la copia-pega y el hecho de publicar muchos temas, pero sin profundizar: “Eso es convertir al periodismo en una apariencia de información. Hacemos el papel de periodistas, pero no lo ejercemos, porque no tenemos ni recursos y, en muchos casos, ni la formación para ejercerlo”, sentenció.

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