Pieza de Indias: Africanos en El Salvador
Por Guillermo Mejía
El título de este artículo es tomado del documental realizado por la Secretaría de Cultura con el fin de coadyuvar al rescate histórico sobre la herencia africana en El Salvador, tema invisibilizado por la pervertida “política de blanqueamiento” impuesta desde el Estado, además de reivindicar la afrodescendencia que corre sobre las venas del salvadoreño del Siglo XXI.
“Pieza de Indias: Africanos en El Salvador” fue parido por la Dirección de Cine y Audiovisuales, Dirección Nacional de Artes, de dicha secretaría, bajo la dirección del culturólogo Marvin Aguilar bajo la supervisión de Jorge Dalton junto a un equipo idóneo, con el aporte intelectual de especialistas como Pedro Escalante Arce, Carlos Leucel, Marielba Herrera, entre otros.
La herencia africana en nuestra región centroamericana pretende ser negada y sólo es asumida –en muchos casos a regañadientes- donde las características físicas son tan obvias, en otras palabras la “política de blanqueo” nunca fue superada, tal es el caso de El Salvador donde el ancestro de color se fue diluyendo en la mezcla de la población que se asume en general mestiza.
El historiador salvadoreño Pedro Escalante Arce aseguró en una ocasión que dado ese mestizaje ha perdurado un porcentaje de la población salvadoreña que lleva sangre mulata en sus venas, pero “en la casi totalidad de casos sin tener en absoluto conocimiento del ancestro, al cual comentaristas e historiadores y el sentimiento popular sumieron en el olvido y callaron el mensaje”.
Tanto así que El Salvador, sumido en ese mestizaje “y no obstante que la memoria colectiva se volvió amnésica respecto al legado negro y mulato, y lo rechazó, lo indudable es que ha dejado, de una manera u otra, su impronta en los salvadoreños”, afirma Escalante Arce. Incluso la palabra guanaco –con la que se designa al salvadoreño- tiene íntima relación con el mundo mulato.
Para el caso, la participación activa de los negros y pardos en el movimiento de independencia centroamericano de España, es un hecho incuestionable. Uno de los casos emblemáticos es el del 5 de noviembre de 1811, en San Salvador, del cual de cumplieron 200 años en el 2011, aunque en la fiesta oficial nunca se reivindicó el aporte de nuestra gente de color.
Vale recordar las palabras de Miriam Miranda, integrante de la Organización Fraterna Negra Hondureña (OFRANEH): “El silencio y el olvido al que hemos sido condenados en Centroamérica los pueblos que poseemos herencia africana, es parte del feudalismo que impera en el istmo”.
“Desde la invisibilización hasta el avasallamiento, han sido las políticas de los Estados centroamericanos que se han distinguido en la historia por la violencia y desprecio hacia los pueblos indígenas y negros”, agrega. En nuestra región hay más de tres millones de afrodescendientes.
Miranda recuerda la introducción de esclavos en Centroamérica provenientes de Africa en los siglos XVI y XVII por la explotación minera y asentamientos de africanos, por ejemplo, en ciudades como Santiago de los Caballeros y Villa de la Gomera en Guatemala; El Realejo, San Felipe de Austria, Santa María del Aro, y Abierto, en Nicaragua; San Vicente, en El Salvador; y la Puebla de los Pardos, en Costa Rica.
El lamentable grado de ignorancia de los salvadoreños sobre el legado negro lo pone en evidencia el especialista José Heriberto Erquicia, de la Universidad Tecnológica, quien recuerda el trillado discurso de que “aquí no hay negros porque Martínez los prohibió” y que cuando los hay se refieren a “personas que nos visitan del exterior” sin asumir lo propio. Nada más falso.
Nos recuerda Erquicia: “El proyecto de nación de los gobernantes salvadoreños de finales del Siglo XIX y comienzos del Siglo XX era el de homogenizar las diversidades étnicas de todos los pobladores de la naciente Nación y volvernos ciudadanos de un Estado-nacional. Mediante la idea de “dejar de ser indígena, negro o mulato”, por ser ‘moderno’, ‘educado’, ‘escolarizado’, ‘civilizado’. La visión fundamental era que para modernizarse y ‘avanzar’ hay que dejar de ser indio, negro y mulato, y pasar a ser mestizo”.
Como he escrito en otras ocasiones, hay una cuenta histórica con nuestros antepasados de origen africano que en condiciones infrahumanas, injustas y denigrantes fueron arrancados de sus lugares en Africa y traídos como esclavos a tierras americanas. Sería bueno para la salud de la sociedad salvadoreña entrarle en serio a este asunto histórico.
Susceptible a mejoras, porque siempre quedan deudas al respecto, hay que celebrar el aporte hecho con el documental “Pieza de Indias: Africanos en El Salvador” como un primer abordaje audiovisual a tan rica y negada historia nacional. Es importante que existan profesionales comprometidos con tan loable labor.
Para que aprecien el documental, pueden acceder a las siguientes direcciones gracias a la producción y distribución de la entidad afrohondureña Organización de Desarrollo Etnico Comunitario (ODECO), fincada en puerto-ciudad de la Ceiba, departamento de Atlántida, caribe de Honduras:
1. http://plataformacumbremundialafro.blogspot.com/2013/09/documental-pieza-de-indias-africanos-en.html
2. http://www.youtube.com/watch?v=yviEMgxjYqI
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