El Triángulo Norte: Un paraíso del crimen organizado
Por Guillermo Mejía
En los países del Triángulo Norte de Centroamérica –El Salvador, Honduras y Guatemala- existe el peligro que las estructuras de poder están siendo manipuladas por el crimen organizado y los gobiernos se han sometido yendo de “débiles y corruptos” a infuncionales comprometiendo así las respectivas soberanías nacionales.
Es una de las conclusiones a las que llegó el periodista e investigador estadounidense Douglas Farah, del IBI Consultants, que en días pasados presentó el informe “Triángulo Norte de Centroamérica: Tiempos de Confusión y Transición”, un controversial documento que persigue ilustrar la penetración de los cárteles de la droga en la región.
“Con grandes recursos a su disposición, la penetración de las autoridades del orden y la protección política de la que gozan, los grupos del crimen organizado transnacional han cambiado la correlación de fuerzas en la región y están en ascendencia”, señala Farah, “mientras por el otro lado, los tres gobiernos tienen poco recursos, están en retirada y son incapaces de resolver los asuntos serios de seguridad nacional que fortalecen la democracia y la seguridad ciudadana”.
Actualmente, si bien en El Salvador han bajado los índices de asesinatos entre las pandillas rivales por medio de una tregua poco convincente, en Guatemala y Honduras persisten otros niveles de violencia, especialmente en este último donde también se está experimentado con una medida similar a la tregua salvadoreña.
En el caso salvadoreño ya incluso se pasó por la manipulación del número de crímenes, que subió en días recientes, en medio de la cada vez más confusa –por enredada- postura del gobierno del Presidente Mauricio Funes frente a la tregua que tuvo que “reciclar” a su cuestionado ex ministro de Justicia y Seguridad, general David Munguía Payés, a ministro de Defensa.
Farah advierte que “con cada uno de los tres países ejecutando un rol específico, como nódulos de actividades ilícitas, el Triángulo Norte está emergiendo como una región en la que el Estado ya no es el centro del poder y está tan entrelazado y relacionado con actores de actividades ilícitas, que hasta el mismo Estado llega a convertirse en parte de la empresa criminal”.
Son palabras muy fuertes de Farah, corresponsal en la pasada guerra civil salvadoreña, que inclusive afirma que la cooptación, la corrupción y la intimidación son tales por parte del crimen organizado transnacional, especialmente de origen mexicano, que “han dejado a los tres débiles gobiernos enfrentando una crisis de legitimidad, autoridad y gobernabilidad democrática”.
A la par, cada vez es más común en la región centroamericana concluir que las políticas estadounidenses para contener el flagelo han fracasado al grado que “están más focalizados a la reducción de la violencia, y analizan que acomodarse a las estructuras del crimen organizado transnacional es políticamente correcto”. Los niveles de violencia, entonces, son negociables.
“Los bajos niveles de homicidios que muestran las estadísticas tiene su explicación no en el buen funcionamiento de los gobiernos, sino más que todo en las fluctuaciones y dinámicas que imponen los grupos del crimen transnacional”, dice Farah. Pone de ejemplos: 1. En Guatemala: la consolidación del control territorial de los Zetas en ciertas áreas lleva a la reducción de asesinatos; 2. En El Salvador: las negociaciones entre pandillas, y entre pandillas y gobierno incluyen también la reducción de crímenes.
Por otro lado, la presencia de los cárteles y las estructuras criminales locales ha significado que extensas franjas de territorio, los negocios legales y la infraestructura oficial han pasado a manos del crimen organizado y, efectivamente, “tomen el rol del Estado”. Hay regiones donde el narco ha adquirido terrenos y dan empleo, servicios médicos ocasionales, de educación, etcétera.
“Uno de los hallazgos más preocupantes, y poco estudiado en la región, son las informaciones de la adquisición de tierras en los países del Triángulo Norte. Según fuentes conocedoras del tema, en los tres países del Triángulo Norte, los dueños de entre el 25% y el 50% de la tierra, en cada país, son grupos del crimen organizado transnacional”, advierte Farah. Difícil que el Estado Ejerza soberanía en esos lugares.
Entre otros puntos claves del informe el periodista e investigador estadounidense, que trabajó en la agencia de noticias UPI y The Washington Post, pone los siguientes:
Primero: Hay factores sicológicos que ahora con importantes en la región. Uno de esos factores sicológicos tiene que ver con el sentimiento de que los gobiernos no pueden –o no van a hacer nada- para resolver los problemas básicos de la población. El otro factor tiene que ver con que la gente le gusta estar del lado ganador (los gringos han fracasado y los narcos están ganando).
Segundo: El control del corredor de Centroamérica por los cárteles mexicanos ha llevado a la “mexicanización” de la región, y la adaptación e imitación por parte de las estructuras locales del crimen de la cultura y hábitos de los grandes señores de la droga. A la orden están: los caballos de lujo, los vehículos de lujo, las propiedades de lujo, los narco-corridos y las mascotas exóticas.
Tercero: La situación en los tres países tenderá a empeorarse. Y está en manos de los tres países del Triángulo Norte el determinar sus propios destinos, pero los Estados Unidos también, como socio y con interés económico y de seguridad, deberá apoyarlos en combatir a los grupos del crimen organizado transnacional y procurar fortalecer sus estructuras democráticas.
Por cierto, esos informe de Farah le han agenciado muchos enemigos en grupos de poder y esferas oficiales donde consideran que tiene una imaginación muy fértil. ¿Será o no será?
1 comentario:
Quizá hasta que los que gobiernan, pierdan el control de sus marañas con las mafias y grupos criminales y se empiecen a revelar contra ellos, no tendremos un principio verdadera voluntad de sanear. Mientras tanto, si las mafias (incluyendo la gubernamental), esten bien, muy poco se puede hacer.
Saludos Profesor!
http://www.salanegra.elfaro.net/es/201112/entrevistas/6830/
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